Una estufa de piso con horno integrado, es el modelo que estamos acostumbrados a ver en las cocinas modernas y, aunque ya son parte de nuestra cotidianidad, la realidad es que en su momento fueron toda una innovación por integrar los quemadores y el horno, en un mismo dispositivo que funcionaba con gas.
Las alternativas más comunes a las estufas de piso, son las estufas sobrepuestas o parrillas que pueden funcionar con gas, eléctricas o inducción. No son tan comunes, porque las de gas suelen ser muy económicas, pero no son tan duraderas ni versátiles y las de inducción pueden ser muy costosas.
5 cosas a tomar en cuenta antes de comprar una estufa de piso
Antes de comprar una estufa de piso, hay algunos detalles que debes considerar para que no pagues de más y, sobre todo, para que dure muchos años, contribuyendo así a tu comodidad y a la de tu familia.
1. Espacio
La mayoría de las estufas de piso son “de empotrar”, eso significa que necesitan contar con una base de tamaño adecuado o con un nicho a la medida, en caso de tratarse de una cocina integral.
Lo más importante que tienes que hacer, antes incluso de ir a ver opciones, es medir con exactitud el espacio en el que vas a colocarla, para no terminar comprando un modelo que no encaje o que sea demasiado pequeño para embonar correctamente.
También procura medir los accesos, para asegurarte de que la estufa cabrá por todas las puertas al momento de transportarla para su instalación.
2. Número de quemadores
Una estufa de piso con 4 quemadores de encendido eléctrico es algo que encontrarás en casi todos estos modelos, lo que significa que puedes calentar cuatro sartenes u ollas de manera simultánea. Esto suele ser más que suficiente, para una familia promedio en una casa en la que se cocina con frecuencia.
Los quemadores normalmente tienen diferentes diámetros, lo cual hace que se adapten mejor a distintos tipos de utensilios. Además, muchas estufas vienen con un quemador central largo, para poner una parrilla o comal de fundición encima. Si en tu casa las recetas con queso derretido nunca faltan, es buena idea que compres una estufa con esta clase de accesorio, pero revisa que sea de teflón de buena calidad para que sea sencillo limpiarlo.
Fuente: Haier
3. Capacidad del horno
Si tienes la costumbre o te gustaría hornear platillos con frecuencia, como lasañas, galletas o verduras al horno, debes elegir una estufa con un horno que tenga buena capacidad y si es posible que tenga rejillas en dos niveles, para que puedas gratinar dos charolas al mismo tiempo.
Algunas estufas tienen una función especial en el horno que se llama “mantener caliente”, ideal para que la comida se sirva a la temperatura perfecta en cenas y celebraciones, incluso cuando se terminó de cocinar horas antes.
Hablando del horno, también es muy importante que cuente con luz interior para que puedas ver cómo va ese pastel, sin tener que abrir y cerrar la puerta, provocando que se pierda calor y exista el riesgo de arruinar la receta.
Fuente: Pexels
4. Seguridad
Aunque las estufas de gas actuales son mucho más seguras que las alternativas que existían antes, aún es posible que ocurran accidentes, por eso la mayoría de los equipos modernos cuentan con sistemas de seguridad como bloqueo de perillas o detectores de ausencia de llama, que cierran el paso del gas para evitar que se acumule en el ambiente.
Sobre todo si tienes niños pequeños en casa, es importante que revises las especificaciones de seguridad de tu estufa de piso. No olvides que, para prevenir accidentes, tu estufa siempre debe estar instalada en un sitio con suficiente ventilación de aire.
5. Materiales
El acero inoxidable es el material preferido en estufas de piso, ya que es muy duradero, se ve muy bien y es fácil de limpiar. Algunos modelos de estufa tienen una cubierta porcelanizada que puede venir en distintos colores, aunque lo más común es encontrarlas en color blanco o negro.
Tip: si quieres tener tu estufa siempre impecable, fíjate que las perillas sean fácilmente desmontables y se puedan lavar en el lavavajillas.
Por regla general, todas las estufas actuales son fáciles de limpiar, aunque la mejor forma es hacerlo con vapor y no con productos químicos.
