Jorge Éver González Domínguez/Chiapa de Corzo, Chiapas jevergonzalez@hotmail.com
César Manrique nació en la ciudad de Huehuetenango, Guatemala, el 28 de noviembre de 1990, hijo de César Augusto de León Morales y María Elena Galindo Tovar.
Su padre -reconocido periodista, poeta y escritor guatemalteco- ha dejado huellas en el camino de la literatura.
César, hoy profesor de segunda enseñanza en Pedagogía, cursó sus estudios en su ciudad natal, rodeado de literatura y de naturaleza, que impregnaron sus versos desde
muy pequeño.
Es un joven atormentado a veces por la ingratitud humana y el desdén de su obra literaria, vive enredado entre sus poemas y asesina el arte por el arte.
Ha ganado 23 certámenes de nivel internacional y ganó el LXXXIII Certamen Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango 2021.
Invasión Ultraterrestre
Sucumbió la espada negra, bajo
las rosas de iluminado templo.
Antiguo cielo de yunque
donde se derraman los pájaros
azules de libertarias alas.
Combustión de sombras anémicas
que huyen del fulgor
de los veleros que sanan las heridas
del arado.
Cataclismo que se desvanece en
los huesos del tiempo.
Oleaje de cromosomas por el
vientre luminario de la plaza.
Enciende la llama victoriosa, el
transparente heroísmo.
Se quiebra la amarga acuarela,
destierro de sombras por el misterio
de los senderos.
Retrógrada flor del vano sueño,
frívolo pétalo sin orillas. Amurallada
memoria de los sauces,
Germen que apuñala la alondra.
Estéril negrura que se despeña,
afilado rostro de vertebrados fragmentos.
Lluvia angular que se desintegra en
el jardín agrario.
Sangraron los costados de la historia,
sangró la selva, un puñado de misterios.
Sangró la cerbatana, dardos negros,
sangró el viento, los lunares de la tierra.
El egresado de la Universidad de San
Carlos, Guatemala, actualmente es
embajador por Guatemala de la organización
Poetas por la paz y la libertad,
con sede central en Italia.
El joven poeta es un espía de la belleza
y crea versos verdes en la bella
Guatemala.
Alada Acuarela
El fuego binario de tus alas se alza sobre
el aura de los lirios.
Conjugas la celeste primavera con el
muelle antiguo de los inclinados sauces.
La tarde ebria de tus geométricos luceros.
Hechizado campo de tus alados mitos.
Atraviesas el surco del horizonte como
pétalo transfigurado.
Estacionario lunar de tus orillas,
configuras el atrio del sueño hechizado
con tu dócil cintura de planetaria
acuarela.
Te viertes en el florecido estanque de
la remota primavera.
Vagas por la espesa hemoglobina de
los astros.
Ahondas el ancho patio de la inmóvil
clorofila.
Fluyes como pálida estrella en el frágil
oráculo del atardecer.