Pobreza o apatía intelectual
Jorge Alberto Rincón Acebo jorgearinconacebo@gmail.com
Pobreza y carencia de educación para mantener a la gente en la ignorancia -aderezada con televisión- solo para desear obtener cosas.
Sin oficio, mujeres y varones se prostituyen.
Los varones prefieren la violencia, así ha acontecido en la historia humana, utilizando la fuerza para obtener la mano de obra barata, sometiendo a través del miedo y la esperanza.
La principal arma de la violencia es la religión, apacigua a las masas para que acepten su destino.
La búsqueda de la equidad es constante y permanente.
Mientras exista la vida, no solo en lo humano, nunca habrá equidad, son solo ideales.
El suicidio ritual ha llevado al colectivo en comunidades religiosas a decidir partir de este mundo para encontrar un lugar mejor.
En nuestro plano existencial solo existe el hoy, aceptándose un ideal novelado, compensatorio de la negación de lo tangible.
Invierte tiempo produciendo en lo físico, anímico, económico, para tu vejez, evitando caer en el dicho de la candidata al presidente de la república, comparándote con un bovino: wey, totoreco.
Pregúntate: ¿Es real el bombardeo iraní a Is(is) Ra El?
Rememora. Los republicanos estadounidenses inician nueva guerra para atraer votantes o anularlos.
Concientízate: los disturbios mundiales y locales, son organizados, no por los actores, sino por intereses económicos extraños al país.
Ahora, céntrate en ti. ¿Tus patrones o cartabones de conducta te guían hacia la autodestrucción o mejorar tu vida?
Cuando te preguntan: “¿cómo estás?” Y contestas: “igual”, sin cambios, significa que estás estable. ¡Estás muy bien! Sin dolores ni alteraciones anímicas, carente de sed, urgencia para miccionar, elevaciones de la presión, de los niveles de azúcar, lípidos o marcadores tumorales, porque de tenerlos ¡estás mal!
No has adoptado la disciplina de vida conformada por alimentación equilibrada, ejercicio, conservación ambiental y social.
¿A quién engañas? ¡A ti mismo!
La entropía te va a llevar a la corta vida o a la larga muerte.
