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¡Salve, López Moreno!

Daniel Téllez
Ciudad de México
Periodista, narrador, ensayista, maestro, trovador, musicólogo y epigramista, Roberto López Moreno (Huixtla, Chiapas, 11 de agosto de 1942), es un poeta peregrino que teje su apuesta literaria desde diversos territorios del corazón latinoamericano que late en él. Su espíritu es el ábrara de flautas, sonidos y tambores primigenios. El ábrara es el instante: la raíz cuadrada de la luz, multiplicada por el segundo anterior al primer segundo. El cubano José Lezama Lima, uno de los poetas con quien dialoga persistentemente López Moreno, escribe: “es el rayo de luz impulsado por su propio destino”.
La tarde de este martes 31 de mayo, en el Café “Fiel a la Tierra”, enclavado en la céntrica colonia Roma Norte de la capital del país, López Moreno leyó poemas de la segunda edición de su libro Négridas, publicado recientemente por Ediciones del Lirio. La primera edición apareció en 1998, por el Instituto Veracruzano de Cultura. Fuimos testigos, una vez más, de la carnosa memoria de López Moreno, paradiso se diría, en la incendiada turba-madrugada, que es su decir poético; hombre orquesta, poeta musical.
La obra literaria de López Moreno es un muestrario de vigorosos registros entre las formas poéticas ligadas a la tradición, vertidas en dos apuestas experimentales: el Poemuralismo y el Movimiento Laconista. El Poemural es una vanguardia que inspecciona la tradición cultural, artística y social, para irrumpir y romper con ella. En el Poemural cabe todo y el poeta chiapaneco dialoga con el verbo de “nuestros mayores”: Vicente Huidobro, Oliverio Girondo, Aurora Reyes, Efraín Huerta, Dámaso Pérez Prado, Zeferino Nandayapa, David Alfaro Siqueiros, Juan Bautista Villaseca, Silvestre Revueltas…
Los Poemurales son la Visión de América del poeta de Huixtla. Es la forma de formas y todas las formas y actitudes –políticas, sociales y económicas- del lenguaje están en movimiento. Un movimiento orquestado por López Moreno desde el momento en que Armando Duvalier presentó el vanguardismo en Chiapas y no se entendió cabalmente; más tarde hizo lo mismo con la poesía negrista, hija del movimiento diepalista de Palés Matos y José Diego de Isaac y Padró, que dejó de copiar los moldes europeos y tomó su esencia del tambor latinoamericano.
Como “Sensemayá”, de Nicolás Guillén -transformado en obra musical por Silvestre Revueltas-, la poesía de la negritud a la que corresponde Négridas se siente mucho mejor cantada que leída, ha dicho López Moreno. Y la tarde de este 31 de mayo confirmamos el educado oído del poeta chiapaneco con la lectura de poemas: ¡Cambia e’paso tallé”, “Danzón”, “Ahé”, “Sabre y Curiel” y “Por este lado del mundo”, entre otros.
Verdea la poesía de López Moreno en el meridiano terrestre de sus 80 años de vida, el próximo 11 de agosto. Ábrara del poeta chiapaneco de “la nóveda música” y la voz solitaria, ábrara del poeta de sed fluvial y de linaje natural imprescindiblemente latinoamericano. Ábrara al lado del otro enorme poeta chiapaneco: Oscar Oliva y del nuevoleonés Gabriel Zaid, mexicanos vivos que hay que leer y con quienes materializa la trinitaria potestad de nuestros poetas mayores vivos. ¡Salve, López Moreno! ¡Salve, porque estás hecho de iguana y colibrí!
Autor de los libros de poesía: Trece tiempos de Eros; Versitlán; Motivos para la danza; Décimas Lezámicas; Manco y loco: ¡arde!; Morada del Colibrí; E=mc2; El Libro VI La construcción de la rosa y Versalía, entre otros títulos; además de Las mariposas de la Tía Nati; Yo se lo dije al presidente; La curva de la espiral; El arca de Caralampio; El Heptafonólogo; Breve historia de un suicidio (en cuento) y Aurora Reyes: la sangre dividida y Crónica de la música de México (en ensayo), López Moreno deja constancia de la enorme casa-vientre que es su escritura de más de medio siglo. A Roberto López Moreno hay que leerlo. Y leerlo bien.
Daniel Téllez
(Ciudad de México, 1972). Poeta, Académico de la UPN e Investigador del Estridentismo. Su más reciente libro es Viga de equilibrio. Antología Poética (1995-2020).

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1 Comentario

  • Luz H Olvera 17 de junio de 2022

    Excelente… Me ocuparé de conseguir su obra y leer tanto de él. Gracias por este texto que amplía el conocimiento del Maestro Chiapaneco. Bendiciones.

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