Oscar Wong
Ciudad de México
El ayer vuelve, silencioso, mordiendo la memoria. Hace más de medio siglo, en la madrugada del lunes 29 de julio de 1968, la puerta del edificio de San Ildefonso, que albergaba las Preparatorias Nº. 1, matutina, y la ENP. Justo Sierra Nº. 3, en el centro de la ciudad de México, fue abatida con un bazukazo y los estudiantes que ahí nos encontrábamos fuimos encarcelados. Mi nombre apareció en la primera página de El Heraldo de México, nota que fue reproducida en la revista Por qué. “Entre los detenidos en las oficinas de la Dirección se encontraba Oscar Wong Ovando. No se inmuta al ser capturado, habla con tranquilidad”.
Mientras me interrogaban en un vehículo estacionado en el zócalo, el vigoroso “¡trastrastrás!” de los estoperoles del pelotón, marchando rumbo a la Preparatoria No. 2, sacudió mi corazón. Entonces supe que la realidad es más fuerte que la ira y se volvía en mi contra para golpear mis sueños.
Madrugada del martes 30. Aún no amanecía. Horas después, en CU, los estudiantes de los niveles medio y superior integraban el Consejo Nacional de Huelga. Así inició, de hecho, el Movimiento Estudiantil de México en 1968.
