Tierra y Cultura como responsabilidad colectiva

Roger Heli Díaz Guillén
Chiapa de Corzo, Chiapas
El próximo 22 de abril se cumplen 52 años de proclamarse el Día Internacional de la Tierra (Pacha Mama) a partir de una manifestación colectiva en los Estados Unidos de América que promovió el Senador Gaylord Nelson, que motivó a que oficialmente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2009 lo decretara como el Día Internacional de la Madre Tierra (Pacha Mama. Diosa de los Pueblos Andinos), entendida esta como la conjunción de suelo y naturaleza; cuya celebración tiene como finalidad que el ser humano racional recuerde que la tierra es un planeta, es Biosfera, es suma de ecosistemas, es el medio de vida en la que surge los medios que generaron los elementos culturales con los cuales el hombre pudo desarrollarse; es un orden natural con un justo equilibrio entre las necesidades del hombre (sociales, materiales, culturales, económicas y ambientales) y las necesidades de todos los seres vivos en ella existentes. Celebración promulgada para hacer conciencia como antesala del Día Internacional del Medio Ambiente, que celebraremos el 5 de junio de 2022 con el lema “Una misma Tierra”.
En el sureste de México, donde floreció la cultura maya, debemos recordar que la tierra representó movimiento y cambio, donde las fuerzas del mundo e inframundo encuentran unidad para dar paso a la transición de la vida y transmutaciones, donde la semilla es el centro que en la tierra encuentra abrigo y plenitud para ofrecer frutos y medios de vida al hombre (Balam).
Celebrar la Tierra y protegerla, nos lleva a comprender la integración de la Atmósfera, Hidrósfera y Litósfera, en una expresión denominada Biosfera como expresión viva de la Tierra, que hoy requiere del acompañamiento del hombre empoderado de razón, valores y amor al espacio que garanticen su sostenibilidad y desarrollo, entendiendo que es imprescindible mantener la biodiversidad y la complejidad de la vida.
La Tierra es el hogar de la naturaleza y fuente de medios con los que el hombre creó su patrimonio cultural, respetando la complejidad ecológica y sus funciones vitales como la fotosíntesis, la polinización o la fertilización de los suelos; siendo hoy una necesidad mantener y sostener la diversidad de culturas que han surgido en los diversos hábitat y logrado su sostenibilidad a partir del sostenimiento y respeto a la Biodiversidad.
La Tierra y la Naturaleza requieren de una “democracia de lo viviente”, entendida esta como el derecho de vivir, actuación y desarrollo de todos los seres vivos, reconociendo que ello se debe traducir en derechos de la naturaleza que permita subsistencia y el cuidado de las especies incluida la nuestra; por ello, resulta hoy trascendental retomar el planteamiento de trabajar todos por ampliar la conciencia de la interdependencia y de la ecodependencia para la sostenibilidad, combatiendo la “Polución” como contaminación intensa y dañina del agua y del aire, producida por los residuos de procesos industriales o biológicos.
Recordemos el mensaje en esta reflexión: la Tierra no es del hombre, el hombre es de la Tierra, porque su vida y patrimonio cultural emerge y se sostiene en ella. Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo