Alcaldes gandallas y sinvergüenzas
Hace un año, La esperanza de Chiapas la conformaban más de un centenar de alcaldes y alcaldesas que tomaban las riendas de su municipio, quienes, con sus posturas públicas, visualizaban el desarrollo a corto plazo de sus jurisdicciones.
Partidos como El Verde Ecologista y Movimiento de Regeneración Nacional se alzaban con la victoria en la mayoría de los municipios. Se auguraba que el cambio de mentalidad política de primeros los pobres sería un aliciente para estos dos institutos políticos, y, sobre todo, para los demás que se alzaron con la victoria a pesar de que no se daba un peso por ellos.
Sin embargo, en este último caso, las siglas del partido en dos casos específicos pareciera que el efecto fue contraproducente al grado que, a estas alturas, cuando apenas se lleva un tercio de gestión, los resultados son más opacos y negativos, aunque los ediles se alcen el cuello con un desarrollo que sólo está en sus mentes.
Esta semana, La Concordia y Mezcalapa, éste último mejor conocido como Malpaso, fueron escenario de protestas por parte de pobladores que se cansaron de esperar las obras prometidas en sus comunidades. Con bloqueos carreteros hacia los accesos de ambos municipios, uno en la zona de la Frailesca y otro en la región Mezcalapa, se hizo presente la inconformidad.
La comunión de los ediles con su pueblo es ‘tan cercana’ que no tuvieron la delicadeza de ir al lugar de los bloqueos para dialogar con los grupos inconformes.
Para nadie es un secreto que el alcalde de La Concordia, Miguel Ángel Córdova Ochoa, ha sido sindicado de ser un gánster que, durante por lo menos tres lustros, él y sus hijos, han sido los caciques que tienen asolado el municipio.
Irse a los archivos de los medios impresos y hoy en día de los portales electrónicos, se encontrarán historias desoladoras de personas que han sido pisoteadas, burladas y amenazadas de muerte por esta familia que se ha cobijado bajo el fuero de la impunidad.
Nadie, absolutamente nadie de sus compañeros diputados en la pasada Legislatura, fijó una postura en contra del conocido ya como “El enemigo Migue”, quien se mueve como pez bajo el agua, sin que nadie interponga una denuncia en su contra y las que existen no han procedido.
Hasta este viernes, la población que había bloqueado desde inicios de semana el tramo carretero Independencia – El Diamante a la altura del ejido Juan Sabines, no habían recibido la atención del alcalde.
A la denuncia que se unieron transportistas, ninguna autoridad se hizo presente para escuchar, por lo menos, las demandas ciudadanas. Esta actitud irresponsable de Córdova Ochoa se presenta porque sabe que nadie le hace frente ante el riesgo de perder la vida. Un señalamiento duro, pero que los mismos pobladores confirman.
“Sí estamos cansados de tanta ingobernabilidad, sabemos que nos arriesgamos a que nos den un balazo cualquier día de estos, pero ya estamos cansados y por nuestras familias, por nuestro trabajo, es que estamos solicitando la intervención de alguna autoridad superior”, dijeron tras lamentar el valemadrismo de la autoridad municipal.
Una auditoría sería lo más recomendable y es acá donde el Congreso del Estado debería intervenir para garantizar que la población no sea discriminada y se haga valer los derechos ciudadanos.
El cacique, como también llaman al “Enemigo Migue”, representa al partido Encuentro Social. Tres años antes, como diputado se encaramó en la LXVII legislatura representando al partido Chiapas Unido. Su peregrinar como chapulín está a la vista de todos. Ha impuesto a sus hijos como alcaldes y son considerados los hombres más empoderados de La Concordia, riqueza que han acumulado a base de transas y agresiones que la autoridad judicial ha pasado por alto
Otro, no menos sinvergüenza, José Tilo Alcudia Hernández, alcalde de Mezcalapa (Malpaso) por el partido Redes Sociales Progresistas, le bloquearon los accesos a la cabecera municipal por incumplir con las obras prometidas y por agandallarse los recursos del Copladem.
La población se empieza a juntar para que la protesta tome dimensiones que alcancen, incluso, la petición de renuncia “voluntaria” ante el Congreso del Estado. No es poca cosa el anuncio y si este “desconocido” edil no pone sus barbas a remojar, el día menos esperado le caerá la guillotina.
Para ambos casos, urge que les aprieten tuercas para que cumplan con su pueblo, pues fueron elegidos para gobernar en favor de la colectividad, no para sus intereses personales.
