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“No se metan en pedos”, el slogan del gobierno de Carlos Morales Vázquez

Los achichincles, los que se empoderan bajo la sombra del poder, así sean municipales, también se envalentonan para demostrar que su status no puede ser pisoteado por cualquier “mequetrefe”. Total, deben de decir, tienen a personajes indeseables como ejemplo de “cómo debe maltratarse o parar en seco a los que andan pidiendo ayuda” y con base en ello, justifican su altanería, su forma grosera de dirigirse a su “gente”.

Eso es justamente lo que sucede en uno de los dos sindicatos de trabajadores que tiene el Ayuntamiento de Tuxtla, cuyos líderes, por lo menos uno, obedece las ordenes que gira el alcalde de Tuxtla, Carlos Morales Vázquez.

Erlín Castellanos Pérez, líder sindical del SMAPA, sacó el cobre y su educación de cuarta, tras ser grabado, cuyo video fue difundido en redes sociales, maltratando a los empleados, injuriándolos, amenazándolos, dicen usuarios, como si fuera jefe de la mafia.

«No se metan en pedos, no me estén provocando», grita en varias ocasiones este personaje cuando varios hombres intentan hablar con él. De inmediato sale a relucir el trato déspota, grosero, con una postura de malencarado, retando a que lo desafíen.

En la imagen se ve claramente como amenaza a sus compañeros y pide que no le molesten. Nomás faltó que sacara la pistola y les tirara varios plomazos para que vieran estos hombres sindicalizados quién manda en la institución que muchos han llamado la caja chica del alcalde de Tuxtla.

En el Sistema Municipal de Agua Potable (SMAPA), hay dos sindicatos, el SUTSAPA, que es titular del Contrato Colectivo de Trabajo y que ahora dirige Dora luz Salgado y el STSMAPA, considerado sindicato blanco, patronal y lo dirige Erlín Castellanos, contra quien pesan varias denuncias de fraude.

Justo por ser un sindicato que saltó acuerpado por la autoridad municipal para contrarrestar al que dirige Dora Luz, su dizque dirigente se siente o es protegido por el alcalde Carlos Morales Vázquez, de ahí que su comportamiento intransigente, malemadrista, esté al tope.

En los corrillos de SMAPA es de todos conocido que el perdona vidas de Erlín, quiere seguir succionando los recursos de los trabajadores del SMAPA, con la complacencia del presidente municipal.

Está demostrado que es una práctica común los desplantes, actos ofensivos y amenazas que se realizan en el Ayuntamiento de Tuxtla. El alcalde Carlos Morales Vázquez se ha caracterizado por “imponer su ley” contra todo aquel que se atreve a levantarle la voz para exigirle que cumpla con su responsabilidad de brindar apoyo social a los tuxtlecos.

El mejor ejemplo es la opacidad y negligencia de la autoridad municipal para no atender las demandas sociales. Es tan natural que por la ciudad se vea tubería de agua potable dañada, con la consecuente derrama de miles de millones de litros de agua que se van directo al desagüe, a pesar de los reportes ciudadanos, que ven cómo el vital líquido se derrocha por la falta de capacidad de políticas públicas para atender las denuncias.

Esta falaz respuesta institucional sólo demuestra la pésima administración de los recursos que entran a las arcas municipales, producto de los impuestos que la sociedad paga año con año, y, por si eso fuera poco, cada mes con las tarifas de agua, que muchas veces no se suministra a los hogares. Pero eso sí, los dineros se proyectan para consolidar la ambición política de Carlos Morales al intentar dejar sentado en el trono a su amigo y fiel escudero, Aquiles Espinosa García.

Esto es una calamidad que se vive en la capital del estado y ya que se habla del exsecretario de Movilidad y Transporte, los personajes histriónicos que piensan llegar al ayuntamiento tuxtleco, también no cantan mal las rancheras, en el sentido de que se le ha visto al morenista con piel del PRI, ponerse bravucón.

En un video que circula en redes sociales, cuando era secretario de Movilidad y Transportes, saca a relucir su violenta respuesta con personas de la tercera edad, los concesionarios del Conejobús, los engañados y timados con sus placas, cuando estos le reclamaban sus pagos.

Tanto es la corrupción que ya hasta las unidades de este medio de transporte están fuera de servicio y abandonadas como chatarra allá por los rumbos del antiguo aeropuerto, donde actualmente se encuentra la Secretaría de Protección Civil. Recapitulando, el abusivo comportamiento del líder sindical sólo es una muestra de cómo marea el poder a iracundos piltrafillas que creen que tienen el mundo a sus pies, y, sobre ellos, a empoderados alcaldes que hacen lo que les viene en gana, siempre, pisoteando los derechos laborales y humanos de los trabajadores que, dígase lo que se diga, son los que sacan avante a una institución maltrecha, utilizada como el organismo que cumple con los caprichos de la autoridad para conseguir fines aviesos.

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