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Editorial

Veolia y Carlos Morales, acuerdan “fregar al próximo gobierno municipal

Se acaba el sexenio y termina el negocio y ahora a presionar, a poner contra la pared a la siguiente administración. Las negociaciones entre el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, a la cabeza con Carlos Morales Vázquez y Proactiva en sus inicios en el año 2018, y actualmente con el nombre de Veolia, prácticamente han finiquitado, debido a que sería un error garrafal del alcalde transa hacer una nueva transacción para lograr dividendos en la operación de recoger basura por toda la ciudad.

A tres meses y medio de que concluya la administración coneja, las cartas se vuelven a tirar sobre la mesa, pues en este momento el presidente municipal Carlos Morales Vázquez no está en condiciones de hacer más negocios que evidencien su ambición. Se conforma con lo redituable que fue trabajar en “armonía” con Veolia durante este sexenio, repartido en los dos trienios que encabezó Morales Vázquez.

En varias ocasiones se ha citado que el Congreso del Estado ha sido condescendiente con el edil, para no decir, cómplice, y no llamarlo a que explicara qué fue lo que pasó con la compra millonaria que el Ayuntamiento hizo de los cientos de miles de contenedores de basura que fueron adquiridos a sobreprecio y que esta casa editorial difundió con lujo de detalle.

Menos que la Auditoría Superior del Estado, en ese entonces encabezada por el que ahora sabemos es un indígena de cepa, que “honra” los postulados de los pueblos originarios, sí, nos referimos a José Uriel Estrada Martínez, se haya preocupado y ocupado en auditar lo que en todo momento se demostró fue un fraude.

Hoy, sin que nadie lo pidiera, el propio Ayuntamiento de Tuxtla filtró a los medios de comunicación, la postura de la empresa recolectora de basura, Veolia, en el sentido de que dejará de prestar el servicio a menos de que reciba un aumento en el pago de los servicios que van del 30 al 50 por ciento que la autoridad les hace mensualmente, el cual actualmente asciende entre 10 y 11 millones de pesos.

Es decir, la empresa que por cierto paga míseros sueldos a sus trabajadores que hace dos semanas amenazaron con irse a paro de labores si no les respetan sus prestaciones laborales, quiere llevar agua a su molino, estrategia que regularmente hace cada inicio de trienio.

Aduce que la solicitud de incremento se debe a las alzas en los precios que han tenido insumos como combustible y sueldos de trabajadores. Sale con el trillado cuento que lo que recibe del Ayuntamiento no le alcanza para “amortizar los gastos que tiene, ante lo que pretenden dejar de realizar esta tarea”.

Es grave esta situación porque la acumulación de basura se convierte en un problema de salud pública y por ello la amenaza de que “o me incrementas el costo del servicio o te dejo la chamba tirada”.

Un ultimátum trillado a la que se sabe se utiliza como la mejor arma para presionar a una autoridad municipal que como ya no tiene nada que perder, le dejará la bronca al gobierno estatal, quien tendría que entrar al quite.

Habría que ver en qué condiciones están los contratos acordados entre empresa y el Ayuntamiento, pero conociendo el colmillo retorcido de Carlos Morales Vázquez para los negocios chuecos, no dude que esto sea un plan planeado desde Palacio Municipal.

Que desde la Secretaría General del Ayuntamiento se salga a justificar la petición de aumento por parte de Veolia en el sentido de que se debe a que ha incrementado la generación de residuos sólidos, es de risa, pues la misma empresa en su contrato especifica esta posibilidad, incluso incrementa considerablemente en las épocas de fiesta como diciembre, por citar un ejemplo.

El dardo lanzado por Veolia involucra a las nuevas autoridades municipales y al próximo Congreso del Estado, que, en su caso, tendrían que aprobar el aumento que está pidiendo la empresa, pues se duda que Carlos Morales se “manche” las manos afectando en el último tramo las arcas municipales.

Veolia y el Ayuntamiento tendrán una reunión el martes próximo y lo más seguro es que nos estemos preparando para que la Policía de Tránsito y la Municipal, con sus camiones, hagan labores de recolección, pues ya adelantó Karla Burguete Torrestiana que no habrá solución.

Por lo pronto, el equipo que acompañará a Ángel Torres Culebro, alcalde electo de Tuxtla Gutiérrez, ya debió haber empezado a preparar un plan emergente que evalúe las condiciones en que se presta el servicio, los montos que se cobran y la solución que se le puede dar a este problema que se avecina, ya que Morales Vázquez ni se inmuta por resolverlo. Ya no es su problema, dice a los cuatro vientos entre sus colaboradores.

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