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Editorial

El punto es que no hay agua, pero sí hay que pagar el servicio

Estar al frente de la administración municipal de Tuxtla Gutiérrez durante casi seis años y no haber tenido la capacidad para aprender a solventar tempestades es la muestra inequívoca de que, para ser un representante de las masas, sea este el puesto de presidente municipal, hay que tener no sólo vocación, ser honesto e iniciativa propia, sino la capacidad y la inteligencia de resolver los problemas.

Ahora que, si el alcalde no tiene estas cualidades, y sea un funcionario público ramplón, pero sí un político ambicioso que se rodea de gente capaz que le saque la chamba, entonces no tendría problemas para quedar evidenciado como un simple usurpador de funciones.

Agarrar un micrófono y deslindarse del problema no es la solución, y todo indica que esa es la forma de “trabajar” del alcalde Carlos Morales Vázquez, quien ahora que se ve rebasado por la naturaleza, se aboca exhortar a la ciudadanía a que cuide el agua, racionarla, pues no habrá por mucho tiempo debido a que la tubería que suministra el líquido tiene una avería que impide bombear el agua.

El lunes, muy propio, el presidente municipal manejó un spot donde da a conocer que la turbiedad del agua, producto de las lluvias, y el desperfecto citado, impiden que se bombee el líquido a las miles de casas de la capital chiapaneca.

Pidió que se racione y cuide el agua pues no habrá hasta en tanto deje de llover y se repare la tubería que está dañada. De inicio, pura palabrería a medias, ya que en su mensaje no dice en qué parte del recorrido de la tubería se encuentra afectada como para que alguien lo constate, qué le pasó o cómo fue que se dañó. No hay duda que este anuncio puede ser una artimaña para que haga lo que sabe hacer muy bien: engañar para sacar “paga” para su bolsillo.

Como punto principal a su perorata que suena más a promoción personalizada y decirles a los tuxtlecos que él sí está trabajando, no presenta ninguna alternativa de solución para que la ciudadanía pueda tener acceso al servicio del líquido por otros métodos.

El alcalde se ufana de cumplir con su responsabilidad de que no habrá suministro de agua potable, “así que, si quieren que les alcance, pues eviten desperdiciarla”, casi se interpreta que les notifica a los usuarios.

Si efectivamente no habrá servicio, porqué el alcalde no anunció que su gobierno dispondrá de pipas del Ayuntamiento o que se contratarán los servicios de otras unidades para hacer llegar el agua potable a quienes no tienen acceso a éste.

Tampoco se le escuchó decir que los recibos de cobró serán objeto de algún descuento para el próximo recibo, pues es justo que si no hay servicio tampoco debe cobrarse. Esta situación lamentablemente prevaleció durante los seis años en que ha estado al frente de la administración municipal.

Mucho menos se le escuchó decir que su administración aportará los 300, 500 y hasta mil pesos que cobran los propietarios de las pipas que se encargan de brindar el servicio en estos casos extraordinarios hasta las cisternas, tanques o cualquier utensilio que utilicen los usuarios para su almacenamiento.

La gente se queja de que no hay humanismo en este sentido y vaya que hay razón para enojarse pues lo mínimo que el Ayuntamiento debería realizar es no cobrar el recibo de agua, pero sería un verdadero milagro que se pusiera en práctica esta situación.

Este ejemplo de insensibilidad se puede ejemplificar con los agentes de Tránsito, donde hombres y mujeres no se tientan el corazón para perdonar una infracción a un motociclista o automovilista solo porque dejó aparcado su unidad en un lugar prohibido por espacio de un minuto.

La consigna está dictada y se acata y por ello, más que a velar porque se respeten las reglas de vialidad, los agentes se abocan a tomar por asalto todo aquel que osa burlar la normatividad pues en su peculiar accionar llevan la instrucción de llevar recursos a las arcas municipales.

Ahora que no hay servicio, lo que Carlos Morales Vázquez debería instruir es que se aproveche el tiempo para que el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado se aboque a reparar las cientos de fugas que tienen registradas por parte de la ciudadanía, pero que no se resuelven ante la incapacidad de este órgano burocrático, bueno para nada.

Por lo pronto, a resolver cada quien este problema, pues ya se vio que no se tiene el respaldo de la autoridad municipal.

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