Ramiro Gómez / Diario de Chiapas
Desde hace más de 30 años, el pueblo zoque festeja a la Virgen de la Candelaria con entrada de enrames, danzas tradicionales, elaboración de velas y por la noche del primero de febrero la quema de castillo y toritos.
Hace casi 40 años pobladores del viejo Carmen Tonapac de Chapultenango, llegaron a estas tierras expulsados por las erupciones del volcán Chichonal de 1982 y en 1992 comenzaron a preparar y organizar la fiesta de la Virgen de la Candelaria, así lo relató el mayordomo y costumbrista del pueblo, Victorio Lorenzo Rueda.
Comentó que el señor Alejandro Cordero fue quien invitó a la población a resurgir de las cenizas y levantarse para recuperar la fiesta, ahora desde el 30 de enero de cada año, los alférez se preparan para esperar a sus comadres, compadres, familiares e invitados en su casa para la elaboración de velas que propicia la fiesta a la Virgen de la Candelaria.
Asimismo, recordó que después de diez años de haber resurgido la fiesta, don Eusebio Gómez planteó la necesidad de recuperar y darle continuidad a las danzas prehispánicas: el Caballito o Santiago de Galicia que presentan después del mediodía del día primero de febrero y la danza de la Espada y Siembra el dos de febrero, que marca el inicio del ciclo agrícola de los zoques.
“El día 31 hacen velas a las dos o tres de la mañana, llegan todos los visitantes llevando sus parafinas por kilo, es una ofrenda. El día primero se saca las velas a y llevan a la iglesia como a medio día. Ese mismo día preparan para hacer la danza del Caballito o Santiago de Galicia y el día 2 se hace la danza de la Espada y Siembra, pero todo es un proceso porque en esta última danza hay un personaje conocido como Tzundyi quien visita a las familias el día primero por la tarde donde hicieron velas para pedir su maíz, frijol, cola de cochi, un perro cazador que le servirá para efectuar la danza de la Siembra”, comentó Lorenzo Rueda.
Lorenzo Rueda expresó su alegría por conservar y continuar la fiesta religiosa, quien calificó que es una bonita costumbre porque la Virgen de la Candelaria había sido excluida del calendario festivo del pueblos zoque de Nuevo Carmen Tonapac, sin embargo ahora está más viva porque niñas, niños, jóvenes muestran un interés por mantener la cultura, así como quedó expresada a través de la danza de Santiago ejecutada este primero por jóvenes y adultos en el atrio de la iglesia de la comunidad mencionada.
Lorenzo Rueda afirma que la elaboración de velas y las danzas tradicionales es un legado de los antiguos zoques, que a pesar de la invasión española hace más de 500 años quienes intentaron destruir la cultura, a finales de marzo y principios de abril de 1982 las cenizas del volcán intentó enterrar las tradiciones como ocurrió en Francisco León, donde quedaron más de dos mil personas bajo las cenizas del volcán Chichonal, el pueblo Nuevo Carmen Tonapac cada año continúa y trabaja en el fortalecimiento de su cultura gracias al apoyo de los sabios y conocedores de la tradición
