Tiraderos a cielo abierto, un riesgo

Marco Alvarado/ Diario de Chiapas
Los tiraderos de basura a cielo abierto que aún existen en la mayoría de los municipios del estado, exponen a la población a cócteles tóxicos de sustancias que envenenan el agua y el aire, alertó el especialista en ingeniería ambiental, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), Hugo Alejandro Nájera Aguilar.
Detalló que estos tiraderos están fuera de norma, carecen de alguna membrana que proteja el suelo que hay debajo y, como consecuencia, tienen un riesgo muy alto de filtraciones a las capas subterráneas de agua; además que, como se acostumbra en diversos municipios, favorecen la quema de la basura cuyos compuestos se liberan a la atmósfera.
Sin embargo, la continuidad de estos lugares es un peligro para la salud humana y el medio ambiente porque muchas sustancias perjudiciales se mezclan con el agua de lluvia formando lixiviados, o agua contaminada con diferentes sustancias, que puede fácilmente llegar a ríos y lagunas.
El riesgo no es sólo entrar en contacto directo con estos residuos, algo a lo que habitualmente se exponen quienes separan basura en estos vertederos, sino que esta mezcla de sustancias llegue a las fuentes de agua que abastecen a las poblaciones, como los pozos, y entonces aumentar su potencial de riesgo.
“Un agua contaminada con estos líquidos, en función de la concentración que tenga, es de mucho riesgo para la población, mientras que en los ríos la presencia de estas aguas contaminadas disminuye las concentraciones de oxígeno, afectando con ellos a los peces”, llegando incluso a crear zonas en donde la presencia de peces es nula por las altas concentraciones de contaminantes.
Si bien la mayoría de los lixiviados se originan a partir de la descomposición de la materia orgánica, la falta de separación de la basura, y su concentración sin ningún control, como sucede en los basureros a cielo abierto, provoca mezclas con líquidos de baterías, pilas, aceites, material químico, que aumenta la toxicidad de estas aguas por la presencia de metales, que se han relacionado con padecimientos cancerígenos en el ser humano.