Alto Mando
Miguel Ángel Godínez
La decisión del presidente López Obrador, de incorporar la Guardia nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional, envía varios mensajes que recaen principalmente en los actuales mandos civiles de la corporación, será que, ¿se acabaron los abrazos?
El jefe del Ejecutivo afirmó que regresar al Ejército a sus cuarteles, tal como lo había prometido en campaña electoral, ya no era posible y que cambió de opinión ante el problema de inseguridad y violencia que se mantiene en el país.
En este contexto, prácticamente reconoce que la delincuencia organizada no solo no ha sido vencida, sino que crece peligrosamente en todos los estados del país, amén de que la estrategia diseñada de “abrazos, no balazos”, prácticamente está en terapia intensiva o en vías de ser declarada un fracaso, si no es que ya lo considera de esta manera, pues no ha dado los resultados esperados y de ahí su decisión.
Porque ¿de qué otra manera querría el presidente echar mano de la Sedena para hacerse cargo de una GN con mandos civiles eficaces y con una estrategia de resultados positivos?
No es casual tampoco que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que mantiene una comunicación permanente y muy cercana con el presidente, haya reconocido ante legisladores de su partido, Morena y de la coalición, que el gobierno federal va perdiendo la batalla en el combate a la inseguridad.
Y aunque responsabilizó a los gobiernos pasados de no profesionalizar a las policías estatales ni municipales, han pasado cuatro años de esta administración y tampoco ha ocurrido lo contrario, y en este asunto, la responsabilidad es compartida.
Esta interpretación se refuerza con lo que se da a conocer en el IV Informe de Gobierno, el cual, en materia de combate al crimen organizado, resalta una disminución en los aseguramientos de droga, decomiso de vehículos y detención de narcotraficantes, en comparación con las acciones de años anteriores.
Y no es que esté disminuyendo la delincuencia, pues tan solo en este año, y de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, del 1 de diciembre de 2018 al 7 de septiembre de 2022, se han registrado 133 mil 48 homicidios dolosos, una cifra demasiado alta.
Por otro lado, qué decir de la decisión del PRI y de su dirigente nacional Alejandro Moreno, “Alito”, que, por presión, conveniencia o convicción, se suma a la propuesta de que el Ejército continúe al frente de la seguridad, al menos al 2024, pero qué caso tendría, la disciplina y ética profesional de las policías civiles no se logra de la noche a la mañana, por lo menos deben recibir instrucción militar hasta el 2028 o 2030, y eso no significa que el Ejército se perpetúe.
La asunción de mandos militares a la GN es prácticamente un hecho, es quizá por todo esto que, tanto la titular de la SSPC, Rosa Ícela Rodríguez, como el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja, deben reconocer que su gestión al frente de esta corporación fue un fracaso, pues nunca entendieron que, aunque en su inicio iba a ser civil, siempre estuvo integrada por soldados y marinos y que su formación era muy distinta. Ahora la Sedena, con profesionalismo, disciplina, lealtad e institucionalidad, será el que atienda la Guardia Nacional y las múltiples tareas encomendadas.
¿Qué mensaje quiere enviar el senador Ricardo Monreal? ¿Qué tiene el apoyo de la Casa Blanca para la presidencia o para apaciguar la violencia en Zacatecas? Previo a la visita de AMLO a esa entidad, el legislador recorrió varios municipios, entre ellos Fresnillo, considerado el más peligroso del país, acompañado del embajador Ken Salazar y muchas suposiciones salieron al respecto.
De Imaginaria
Está todo listo para que en el desfile del 16 de septiembre la Guardia Nacional sea la protagonista. El comandante de la columna será el general Luis Rodríguez Bucio.
