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De cuando Chiapas fue saqueado por estrellas de telenovela

Letras Desnudas

Mario Caballero

 

De cuando Chiapas fue saqueado por estrellas de telenovela

“El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediada por las imágenes”, escribió Guy Debord para definir lo que era la sociedad del espectáculo. Dicho de otro modo, somos lo que nos muestran en las pantallas.

Ajustado a ello, Juan Sabines Guerrero entendió que era más fácil gobernar a través de la televisión. Por eso se rodeó de personajes del espectáculo que fueron la cara, la voz y la imagen del gobierno. Una administración “telenovelizada” con actores, actrices y cantantes que aparecían cada cinco minutos en la pantalla para decirnos que las cosas iban bien, aunque nunca fue así y detrás de las cámaras se estuvieran germinando las complicidades.

La gestión de Sabines destacó por sus montajes televisivos. Cuando ocurrió la tragedia en San Juan de Grijalva, el 4 de noviembre de 2007, donde las fuertes lluvias provocaron un deslave que arrasó con al menos 100 casas, él corrió con decenas de camarógrafos para mostrarle al mundo que desde el primer minuto del desastre su gobierno estaba presente.

Y con el afán de impresionar hizo que muchas personas de entre las víctimas se hicieran pasar como personal de rescate para que cuando las imágenes fueran transmitidas por televisión viéramos su increíble capacidad de organización y la muchedumbre que había llevado para realizar las labores de socorro y atención médica.

Ese show estuvo muy bien montado. Recordemos que en algún momento Sabines soñó con ser presidente de la República. Así que no desaprovechó la tragedia para lucirse y destacar.

Supuestamente bajo promesas de apoyos económicos, les dio diálogos a algunas personas, sobre todo a ancianos, para que declararan ante las cámaras con lágrimas en los ojos que la catástrofe era de dimensiones apocalípticas, pero que tenían confianza en su gobierno que era bueno y que nunca los desampararía.

En medio del dolor de las personas que lo perdieron todo, incluso a seres queridos, Sabines hizo un espectáculo para engrandecer su persona.

 

ALFOMBRA ROJA

Juan Sabines se sintió más cómodo en la televisión que en la realidad. No fue a Mitzitón ni a Los Chimalapas, donde los conflictos agrarios acabaron con muchas vidas. Tampoco encabezó marchas como sí lo hicieron otros gobernadores en protesta por la guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón. Eso provocaba el efecto contrario a su imagen. Incapaz de recitar de memoria a los héroes patrios, podía enumerar en menos de un minuto a 30 actores de telenovela.

Durante esa administración, Chiapas se convirtió en la alfombra roja de muchas celebridades. Una de ellas fue la presentadora Andrea Legarreta, quien por varios años fue la imagen del Gobierno del Estado, que tanto daba a conocer los supuestos logros del gobierno como publicitaba los hermosos paisajes del estado.

Por ahí también pasaron actrices como Sherlyn, Seoane y Ninel Conde, quienes cobraron contratos millonarios y hasta se incrustaron en la nómina gubernamental por realizar unos cuantos spots en radio y televisión. Ese dineral que pudo ser aprovechado en la compra de medicamentos, construcción de escuelas, clínicas, hospitales, etcétera, terminó usado en la canasta de frivolidades de Sabines Guerrero.

Verónica Castro, igualmente, cobró fuertes sumas de dinero por aparecer tan sólo unos segundos en una publicidad del gobierno. Lourdes Munguía tuvo mucha más suerte.

De ella se rumoró que era una de las amantes de Juan Sabines, y que por ese motivo fue de las actrices más privilegiadas de ese sexenio. No debemos olvidar que fue nombrada embajadora del estado y cobró millones y millones de pesos por pasear en los sitios turísticos de la entidad, luciendo el hermoso traje de chiapaneca, tomando pozol en La Pila de Chiapa de Corzo, fotografiándose en las Cascadas de Agua Azul y presumiendo las artesanías de las que no tenía la menor idea.

El exgobernador Sabines la colmó de tantos privilegios que hasta se vino a vivir a Chiapas. Pero una vez acabó el gobierno y el caudal de dinero se secó, se fue.

 

TODA LA VIDA

Cierto día, Juan Sabines Guerrero organizó una comilona en el Parque Ecoturístico del Cañón del Sumidero en honor al embajador de Marruecos. Para tal acontecimiento, el lugar fue cerrado al público. Así, empresarios, funcionarios y amigos del entonces mandatario de Chiapas, entre estos el cantante Emmanuel, disfrutaron de un gran festín entre copas de whisky, cervezas y platillos típicos del estado. En total, eran poco más de veinte personas.

En la mesa principal estaban sentados la esposa y el hijo mayor del gobernador, el secretario de gobierno y el director de ICOSO. Y justo al lado izquierdo de Sabines, contando chistes, Emmanuel, con una camisa azul claro y pantalón oscuro.

El motivo del evento pasó a segundo término. Después de la comida se procedió a la borrachera, que fue habitual durante todo el sexenio. En un rincón del salón podían verse las botellas vacías del mejor whisky. Entre charla y risas, el gobernador codeó a Emmanuel en las costillas y, en tono cómplice, le dijo: “Ora pué, vos, échate una”. El cantante se paró en el acto y se dirigió al centro del salón, donde se puso a cantar Toda la vida.

Emmanuel fue de los artistas más consentidos del sabinato. Acompañaba al gobernador a sus giras de trabajo, firmaba como testigo en convenios con organismos nacionales e internacionales y gozaba de picaporte en Palacio de Gobierno. Gracias a las influencias que tenía con Sabines Guerrero, cantantes como Ricardo Montaner obtuvieron contratos millonarios para representar a Chiapas en América Latina.

Inclusive Alexander Acha, hijo de Emmanuel, grabó discos y videoclips –algunos en los municipios de Chiapas- con el patrocinio del erario de los chiapanecos.

En palabras de Massimo Rizzante: “Una masa amorfa y sonriente, que ya no sabe cuál es su verdadera edad, intenta descubrir, por medio de cualquier instrumento que la técnica le ofrece, la posibilidad de no verse inmersa en la madurez”. Con una carrera en declive, con pocos contratos y con muchos años encima, Emmanuel encontró en el gobierno de Sabines una oportunidad de vivir en la molicie. Se regodeó en el poder como el puerco en el lodo.

El 4 de febrero de 2010, presentó el proyecto “Sistema Integral de Recuperación del Río Sabinal”, que consistía en sanear dos kilómetros y medio de dicho río para hacerlo otra vez navegable, es más, un espacio de esparcimiento para los tuxtlecos, que contaría con la construcción de una isla para desarrollos comerciales, dos embarcaderos, áreas de descanso, módulos sanitarios, plaza para restaurantes, fuentes, áreas recreativas y otros espacios para usos múltiples.

Como si se tratara de una ensoñación, tendríamos en Tuxtla el romanticismo de Venecia, con sus paseos nocturnos no en góndola sino en trajineras, como en Xochimilco, acompañados de música de marimba y hasta podríamos imaginarnos con nuestra pareja comiendo taquitos de cochito o tamalitos de torito pinto.

Dicho proyecto contó con la autorización de Juan Sabines y Yassir Vázquez Hernández, alcalde en turno de la capital chiapaneca.

Para su realización, Emmanuel recibió 300 millones de pesos, pero el asunto terminó en fraude. El río Sabinal nunca fue saneado y el artista hizo desaparecer el dinero. En tan sólo unos años, Emmanuel pasó de cantante a burócrata y luego a ladrón.

Tristemente, Sabines, Emmanuel y el resto de las estrellas estuvieron actuando para hacer un gobierno de telenovela. Pero los cientos de millones de pesos del erario gastados en ellos no estaban actuando. Simplemente, se perdieron, y con ellos las oportunidades de millones de chiapanecos que hoy viven en la miseria, el analfabetismo y el abandono.

En fin, somos la sociedad que nos muestran en las pantallas a punta de engaños. Podríamos decir que la política y el crimen siguen esa misma lógica, pues a menudo gobernar y asaltar se vuelven conceptos intercambiables de los que nada sabríamos si no llegaran a la televisión.

Aquí tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador otra razón para reconsiderar la permanencia de Juan Sabines Guerrero en el consulado de Orlando, Florida.

 

yomariocaballero@gmail.com

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