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Dr. Gilberto de los Santos Cruz

El movimiento obrero surge de la Revolución industrial como consecuencia de la falta de derechos que los trabajadores tenían en las fábricas. La lucha de los obreros contra situaciones de injusticia fue el germen del futuro movimiento obrero que se concretará en la asociación de campesinos y obreros con el fin de conseguir una mejora de su situación mediante la actividad política y social. El proletariado industrial será el impulsor del movimiento obrero organizado.

Durante la primera etapa de la industrialización, los empresarios tenían plena libertad para fijar las condiciones laborales de sus trabajadores. Los salarios eran tan bajos que no alcanzaban para una vivienda digna o para poder subsistir todos los miembros de una familia. Si por enfermedad, accidente o despido perdían su empleo, no existía ningún tipo de subsidio público para estos casos.

Se inició en Inglaterra. Cuando surgió la revolución industrial una de las primeras consecuencias fue la creación de fábricas en las que se buscaba rentabilizar al máximo la producción, por lo que había un exceso de mano de obra disponible para trabajar. Al no existir todavía ningún tipo de legislación que regulase la actividad industrial, los trabajadores se veían obligados a realizar unas jornadas de trabajo de más de doce horas, los niños también trabajaban y, además, eran unos de los objetivos más atractivos para los empresarios porque sus salarios eran sustancialmente inferiores a los de los adultos.

Una de las primeras reacciones contra este mercantilismo fue la destrucción de máquinas, a las que se responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño artesano y las hacían culpables del paro. La máquina simbolizaba todo aquello que el trabajador rechazaba y su destrucción era un buen modo de presionar a los empresarios. Quizá el concepto más significativo en el que se basó el crecimiento del movimiento obrero organizado fue la lucha de clases. Esta supuso la toma de conciencia de los trabajadores de que pertenecen a una clase social diferente que sus patronos y que para mejorar su situación el camino más adecuado era el de la lucha. Sin duda, la principal arma obrera en esta lucha de clases ha sido la huelga, en la que los trabajadores tratan de convencer a los patronos de sus exigencias mediante una demostración de fuerza de los trabajadores, paralizando la producción.

El origen del movimiento social responde a una serie de condiciones que llevaron a los trabajadores a tomar “conciencia de clase” y agruparse para reclamar una serie de mejoras. Algunas de las razones que llevaron a la conformación del movimiento obrero son:

Concentración. La clase proletaria se concentraba en los núcleos industriales, lo que les permitió mantener contactos entre sí.

Pésimas condiciones laborales. Las jornadas de trabajo eran excesivas y no quedaban excluidos niños ni mujeres.

Salarios bajos. Además de jornadas extremas, los trabajadores tenían salarios que ni siquiera les permitían cubrir sus necesidades básicas.

Hacinamiento. Los trabajadores vivían en suburbios en condiciones de hacinamiento y falta de higiene, donde se contagiaban de epidemias y enfermedades de todo tipo.

A este malestar que atravesaban los obreros se le sumó el impacto que tuvo la Revolución Francesa, en la que los valores como la democracia, la política y la solidaridad fomentaron la lucha por los Derechos Humanos.

En este contexto, trabajadores provenientes de diversos rubros se organizaron en hermandades tomando como modelo los gremios medievales. Así fue que los trabajadores comenzaron a ayudarse mutuamente y a reclamar mejoras laborales y, con el tiempo, comenzaron a cuestionar la industrialización.

Los primeros en repudiar las condiciones económicas fueron los ludistas, un movimiento sindical que surgió en la Gran Bretaña del siglo XIX y que se opuso de forma aguerrida a la incorporación de las maquinarias en los procesos de producción textiles.

Su rechazo los llevó a quemar maquinarias y esta actitud comenzó a ser imitada por los trabajadores rurales. Este proceso fue el inicio de los distintos movimientos que comenzaron a organizarse ya no en contra de las maquinarias sino de los empresarios, por las condiciones laborales que les imponían a los trabajadores.

Algunas de las características del movimiento obrero son las siguientes:

Mejores condiciones laborales. Entre las mejoras se encuentran, por ejemplo, mejores salarios, jornadas laborales acotadas y seguridad.

Derechos políticos. Como Libertad de expresión el voto y la asociación.

Diálogo constante. El movimiento obrero se caracterizó por la amplia cantidad de debates y diálogos que fomentaron puertas adentro.

Negociación. La negociación fue el mecanismo que utilizaron para conseguir sus objetivos.

Sindicatos. Los trabajadores se agrupaban en sindicatos, por ejemplo, por rama o por empresa. Quienes integran estas agrupaciones, aún hoy, se conocen como sindicalistas.

Manifestaciones y huelgas. A la hora de reclamar, la rebeldía, las huelgas, las manifestaciones y otros actos públicos fueron moneda corriente dentro del movimiento obrero.

Trabajo en equipo. Una de las cualidades que más caracterizó al movimiento social era la idea de que, para conseguir algo, se trabajaba en equipo. A la hora de plantear un reclamo o mejora, siempre se hacía de manera colectiva, no individual.

Algunas exigencias por parte de los sindicatos fueron exageradas para sus empleadores.

Más allá de los logros que tuvo la lucha del movimiento obrero en el día a día, la lucha y la rebeldía de los trabajadores trajeron algunos problemas y enfrentamientos con ciertos sectores sociales. Los trabajadores fueron víctimas de la opresión por parte de sus empleadores, no solo por su accionar sino también por sus ideologías. Algunos de los logros de la lucha obrera se vieron plasmados en mejoras laborales, como las siguientes:

Limitación de la jornada laboral.

Prohibición del trabajo infantil.

La aprobación de Leyes que garantizan la seguridad en las fábricas.

La prohibición que las mujeres y los adolescentes trabajen en minas.

El surgimiento de sistemas de seguridad social.

Ideologías del movimiento obrero

El socialismo científico toma las ideas y teorías de Karl Marx.

A raíz de la Revolución Industrial y la conformación del movimiento obrero surgieron algunas ideologías que abordaron las desigualdades e injusticias propias de la sociedad capitalista, como las siguientes:

Socialismo utópico. Los pensadores que se identificaron con esta proponían un sistema económico que no propiciara los mismos niveles de injusticia y desigualdad que caracterizaban al Capitalismo. Lo llamaron “utópico” porque descreían de la existencia de un sistema así. Algunos de los referentes de esta corriente ideológica son Henry de Saint–Simon, Charles Fourier y Robert Owen.

El Babuvismo. Esta corriente ideológica surgió en Francia y la integraron referentes que apoyaban “la República de los iguales”. Su nombre se debe al apellido de su fundador, Gracchus Babeuf. Además de su lucha por una República de los iguales, tomaron medidas para mejorar la situación de los sectores sociales más pobres.

Marxismo socialismo científico. Integran esta corriente quienes toman las ideas y teorías de Carlos Marx.

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