Polígrafo Político
Darinel Zacarías
La otra campaña y el Covid-19
“Ahora que no hay vacunas, ni letanías. Ahora que está en la luna la policía”
Joaquín Sabina
La primera instrucción de las altas esferas de gobierno siempre ha sido “No politizar” la emergencia sanitaria. Al menos, en eso consistía la peroración de quienes conforman el aparato gubernamental.
Pero sobre todo de los límpidos promotores de la cuatroté. Quienes en toda arenga aseguraban que la pandemia es y era una peligrosidad, como para agregarle tintes de politiquería, manipulación y corrupción.
La ideología y su papel de inmaculados, suenan congruentes. Se muta a incongruencia cuando lo dicho dista de los hechos. Entonces, es ahí cuando la marrana tuerce el rabo.
Más allá de una contaminación del virus, estamos frente a políticos que están utilizando esta emergencia para disfrazar sus intereses. Eso no es la novedad.
Lo sorprendente es el descoco, la manipulación y promover entre la ciudadanía un papel mediático. Sea político de cualquier latitud, ideología y color.
Esos falsos caudillos o embajadores de la salud lo único que desean es andar en amplia campaña y no precisamente de vacunación.
La instrucción totalmente palacio que se le asignó, por ejemplo, a Zoé Robledo Aburto ha despertado una sarta de conjeturas.
Y lo que promuevan sus porristas y especuleros, en nada abonan a las aspiraciones del citado funcionario federal.
Reproducir sus declaraciones con tufos electoreros, lo único que consiguen es incomodar al dueño del balón en Chiapas.
Hay reglas y normas que dictan los cánones, y sí, todas están basadas en la prudencia y el respeto.
Debe saber Zoé Robledo que hay y existen investiduras que merecen acato.
Lanzar al redondel a zutano o mengano fuera de tiempo es y será siempre un mal presagio.
Y es que en política cuando se opta por promover posiciones demagógicas sobre temas que son de salud en medio de una pandemia, las secuelas pueden ser catastróficas.
Si se trata de decisiones para medir o calibrar el escenario electoral, considero es una pésima estrategia.
Lo sano es acrecentar las coincidencias e ignorar las diferencias partidistas, centrar el objetivo de hacer frente al virus. Pero no andar haciendo declaraciones futuristas.
Tampoco abona en nada, absolutamente en nada andar retratándose con personajes y con ello, crear escenarios de simulación.
Sobrada razón tiene el director de la OMS Tedros Adhanom Gebreyesus cuando recomendó “No se puede utilizar el COVID-19 para ganar puntos políticos, no hay necesidad. Hay muchas otras formas de probarse a sí mismos, este virus no es el que debe ser utilizado para eso. Es como jugar con fuego. La unidad nacional es esencial si nos importa la gente. Por favor, trabajemos más allá de partidos políticos, ideologías, creencias, cualquier diferencia que tengamos, tenemos que comportarnos”.
Ojalá que esta estrategia con diseño clientelar y político, no sofoque la democracia, pero sobre todo no acreciente los índices de estragos que está causando este malévolo virus.
Entonces si Zoé pretende estar en franca campaña, considero que la estrategia no es la más sana. Y la factura, os dará la razón.
PD: En política y en la administración pública existe una máxima que a la letra dice “Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”. Y es que, en algunas aldeas donde iniciarán labores los nuevos ediles, han iniciado con “satanizaciones” y predicciones, sobre todo los corifeos de los aspirantes perdedores. Lo mejor es darles la oportunidad de trabajar, de que presenten su equipo de trabajo y que cumplan su agenda de gobierno. El tiempo dará la razón y entonces sí, aplican el papel de analistas o de expertos.
PD2: Mi gratitud a toda mi familia, amigos, colegas y a mis casas editoriales por su apoyo, respaldo y una serie de actos que me hicieron llegar, tras la irreparable pérdida de mi señora madre. Dios los bendiga siempre.
¿Quién dijo qué tengo sed?
