• Spotify
  • Mapa Covid19

Letras Desnudas

Mario Caballero

Si por una parte no fue fácil elegir a la persona que sustituiría a Juan Óscar Trinidad Palacios en la presidencia del Poder Judicial del Estado tras su inesperado y triste fallecimiento; por otra, ha quedado claro que fue una decisión acertada haber nombrado para ocupar tan alta posición a Guillermo Ramos Pérez.

ALGUNAS RAZONES

En primer lugar, porque el ahora magistrado presidente fue nombrado en estricto apego a Derecho. Su elección surgió por unanimidad en una sesión extraordinaria del Pleno de Distrito del Tribunal Superior de Justicia. No fue por dedazo, ni por influencias, como era antes. Como cuando por intereses políticos los titulares de este Poder eran designados por amistad, compadrazgo o afinidad con los gobernadores en turno.

A la sazón, que haya sido electo con el aval de todos los integrantes del Pleno y de los magistrados de las distintas salas regionales del Tribunal Superior no es un asunto cualquiera. Puesto que ello le concede aún más credibilidad y confianza a su nombramiento. A la vez que testifica de la autonomía que priva en este órgano constitucional y en la libertad que tienen sus miembros para ejercer las facultades que les concede el Código que norma a esta institución.

En otras palabras, la elección de Guillermo Ramos por sus pares demuestra que el Poder Judicial sigue dispuesto a seguir desempeñando su papel de contrapeso a los otros dos poderes, el Ejecutivo y Legislativo. Esto, por sí mismo, es una buena noticia para la democracia y los correctos equilibrios del poder.

En segundo lugar, Guillermo Ramos tiene una amplia carrera judicial y destacada honorabilidad en la impartición de justicia, además de una reconocida trayectoria en la academia y la investigación.

Aparte de ser licenciado en Derecho, cuenta con tres maestrías: en Derecho Constitucional y Amparo, en Docencia y Educación en Valores y en Derecho Civil y Familiar. Además de ser doctor en Juicios Orales.

En cuanto a su carrera judicial de más de 27 años, se ha desempeñado como defensor de oficio; secretario de estudio y cuenta; juez de primera instancia en diversos municipios del estado; magistrado de la Sala Regional Colegiada en Pichucalco y en el Primer Tribunal de Alzada en materia Penal en la Zona uno en Tuxtla Gutiérrez.

Esto tampoco es un asunto menor. Sobre todo, tomando en cuenta que estos atributos profesionales están ahora mismo jugando un papel fundamental en la capacidad jurídica para defender y fortalecer al Poder Judicial.

Nada más por estas dos razones, me congratulo y felicito al presidente Guillermo Ramos, cuya sola elección representa un paso fundamental en la institucionalidad y autonomía del máximo órgano de justicia del estado.

UNA TAREA NADA SENCILLA

Ahora bien, a pesar de su enorme capacidad profesional era indudable que la tarea que tenía de frente Guillermo Ramos no era para nada sencilla.

Para empezar, el Poder Judicial ha atravesado por muchas etapas en la historia de Chiapas, en las que lamentablemente no ha salido tan bien librado, tanto por ser considerado como una institución sin prestigio como por estar muchas veces al servicio de los poderosos.

Los chiapanecos hemos sido testigos de que este poder del Estado ha sido utilizado, lo menos, como una agencia de colocaciones, donde los funcionarios conseguían cargos bien remunerados para sus amigos y hasta para sus amantes en turno. Lo más, como una herramienta de represión política, que persiguió judicialmente a líderes políticos, campesinos, magisteriales y a todos aquellos actores que mostraron desacuerdo o se opusieran a las decisiones del Ejecutivo.

Aunque desde hace algunos años se ha logrado cambiar esta situación, lo cierto es que mantener alejado de los escándalos políticos al Poder Judicial fue uno de los principales retos que ha tenido que enfrentar Ramos Pérez, y lo ha hecho con responsabilidad durante los primeros siete meses de su presidencia.

El sólo hecho de que él no sea político, sino un jurisconsulto de probada rectitud y sapiencia, ha sido el punto medular de que el TSJ no vuelva a aquellos tiempos aciagos que tanto daño le hicieron a este órgano de justicia y a Chiapas.

Por otro lado, tampoco ha sido una tarea sencilla retomar muchas de las acciones realizadas por el hoy gobernador Rutilio Escandón Cadenas durante su periodo como presidente de este Poder, quien a la par de lograr la anhelada separación de los poderes también consiguió consolidar el Nuevo Sistema de Justicia Penal en el estado, cuyos resultados fueron reconocidos por diferentes instancias judiciales del país, tanto por combatir y prevenir el delito de trata de personas como por promover un Estado Democrático de Derecho.

No obstante, Guillermo Ramos, por su parte, se le reconoce en este corto tiempo haber consolidado al Poder Judicial como uno de los pilares más fuertes del Estado, acreditado por su desempeño en la ardua labor de impartición de justicia y por las resoluciones emitidas en su seno que son ahora referente de constitucionalidad.

LOGROS

Pero el magistrado Ramos Pérez no debe ser reconocido sólo por mantener un Poder Judicial autónomo; por tener una gestión transparente, sin escándalos de corrupción y servilismo; por su capacidad para conciliar justicia y constitucionalidad, servicio y legalidad, y por trabajar de manera colegiada, sino también por darle al TSJ una visión progresista y más humana del Derecho.

En cuanto a ello, destaca la liberación de mujeres indígenas que alcanzaron su libertad gracias a ser ahora juzgadas con perspectiva de género, situación que le valió a Chiapas diversos reconocimientos por parte de la Federación y de organismos no gubernamentales.

También prepondera que durante su gestión fue nombrada la primera oficial mayor en toda la historia del Poder Judicial. Esto no por mera simpatía, sino en reconocimiento a la trayectoria, responsabilidad y experiencia de Natividad Esperanza Gallardo.

Ya era hora de que la mujer fuera considerada para ejercer puestos de gran relevancia. Enhorabuena que estemos superando el machismo histórico. Hay que seguir haciéndole justicia a este segmento que representa la mitad de la población. Además, estoy convencido que de todos vamos a beneficiarnos con menos testosterona al mando de las instituciones.

¿Qué más? Se creó el Observatorio de Sentencias con Perspectiva de Género en cumplimiento al Pacto Nacional por una Justicia Abierta con Perspectiva de Género en México. También se obtuvo el nivel plata en la recertificación en la Norma Mexicana 025 en Igualdad Laboral y No Discriminación.

Se publicaron en la página web 11 mil 588 sentencias en versión pública, se beneficiaron a 970 personas privadas de su libertad y se capacitaron a cerca de 10 mil servidoras públicas y personas interesadas en el conocimiento jurídico. Por mencionar algo.

ZAPATERO A TUS ZAPATOS

Este refrán calza bien en el desempeño de Guillermo Ramos, pues nada mejor que un órgano de justicia sea tutelado por un jurisconsulto de experiencia y honorabilidad a prueba de fuego. Pero más allá de ello, está la confianza de que el Poder Judicial del Estado está convertido en una verdadera casa de la justicia, donde descansa la protección, defensa y promoción de los derechos fundamentales de los chiapanecos.

@_MarioCaballero

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *