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Letras Desnudas

Mario Caballero

Mientras la Auditoría Superior de la Federación, a cargo de David Colmenares, señaló en su Informe Ejecutivo de Cuenta Pública 2021 haber interpuesto 242 denuncias contra distintos organismos gubernamentales por el desvío de al menos 25 mil millones de pesos, aquí, en Chiapas, la Auditoría Superior del Estado se vomita en el combate a la corrupción pensando que por la autonomía que arropa su funcionamiento tiene el derecho de obtener información de las dependencias y Ayuntamientos para luego chantajear y proteger, así, a los corruptos. Increíble.

Según el auditor superior Uriel Estrada Martínez no hay corrupción en Chiapas. Ningún funcionario público ha sido tentado a sustraer aunque sea la más mínima cantidad del erario de los chiapanecos. No hay institución en la que se hayan detectado desvíos, malversaciones o rapiña de recursos estatales o municipales. Todo marcha bien, según él.

Tal parece que ignora que a las instituciones del gobierno, sin importar si son autónomas o no, les pasa como a las personas: si mienten, y las cachan, pierden credibilidad. Apostarle a que la mentira y el encubrimiento va a funcionar todo el tiempo, es muy arriesgado. Sobre todo en esta época en la que es muy difícil esconder la verdad.

Por eso, ¿quién, en su sano juicio, le cree al auditor superior después de que diferentes investigaciones periodísticas, como las del Diario de Chiapas, y revelaciones de algunos presidentes municipales han sacado a la luz el encubrimiento de la Auditoría Superior sobre los malos manejos de muchas autoridades municipales?

Ejemplos hay muchos, pero existe uno en especial: el Ayuntamiento de Simojovel, actualmente encabezado por Gilberto Martínez Andrade.

CORRUPCIÓN A PLENA LUZ

El caso de Simojovel es especial no sólo por la corrupción que envuelve a sus gobernantes, y usted lo verá en el desarrollo de estas líneas.

Simojovel, como bien sabemos, es una localidad ubicada en las montañas del Norte de Chiapas, conocida por su producción de ámbar, que es más caro en comparación con el que se produce en el Mar Báltico. Pero también es conocido por la pobreza y pobreza extrema de sus habitantes.

Para empezar, este municipio recibió la Declaratoria de Zonas de Atención Prioritaria 2020 por formar parte de los 34 municipios considerados como de muy alta marginación, donde la educación se imparte en pésimas condiciones, con escuelas insuficientes y hacinamiento estudiantil; donde más de 29 mil personas no cuentan con los servicios básicos en el hogar y 36 mil 706 subsisten en condiciones inadecuadas en la vivienda.

Por si fuera poco, no hay empleos y quienes tienen un trabajo reciben un salario raquítico que no les permite una alimentación digna o cubrir los gastos más elementales.

En contraste, los que han representado la municipalidad gozan de una riqueza incalculable. Entre ellos, Gilberto Martínez, quien ha gobernado el municipio desde hace varios trienios de manera directa e indirecta.

Para no alargarnos en la historia, comencemos por el periodo 2018-2021, en el que el cargo de presidente municipal recayó en la esposa de Martínez Andrade: Viridiana Hernández Sánchez.

En la administración de esta señora se vivió un conflicto permanente por la toma constante de la alcaldía y la retención de funcionarios, situación por la que tuvo que despachar los asuntos de su “gobierno” desde la capital del estado, sí, a 124 kilómetros de distancia.

Es más, en las ocasiones que se encontraba en Simojovel y era sorprendida por una nueva protesta, huía por caminos alternos para llegar a Tuxtla Gutiérrez y evitar que fuera interceptada por sus opositores. De ese tamaño la ingobernabilidad.

En un municipio pobre como Simojovel, Viridiana Hernández se distinguió por vestir ropa de marca y usar bolsos que iban de los 5 mil a los 15 mil pesos cada uno.

Sin embargo, Viridiana era tan sólo la cara del Ayuntamiento, ya que su esposo era el que gobernaba en los hechos desde la Sindicatura Municipal. Es decir, Martínez Andrade era el que decidía qué se debía hacer y que no y la cantidad de recursos que se dispondrían para las diferentes acciones del gobierno y a qué empresa se le adjudicaban las obras, que según comentarios de los trabajadores eran constructoras ligadas a su familia.

Vayamos más rápido. Para la elección de 2021, Viridiana fue acusada de utilizar recursos públicos para financiar la campaña de su esposo, que de acuerdo al Artículo 39 de la Ley de Desarrollo Constitucional en Materia de Gobierno Administración Municipal del Estado de Chiapas, no podía acceder a la candidatura puesto que era esposo de la alcaldesa saliente. Así que para saltarse esta traba legal, simularon un divorcio.

A tal efecto, Viridiana Hernández fue agarrada con las manos en la masa sustrayendo recursos de los fondos del Copladem para comprar votos a favor de su marido, entonces candidato del PVEM. E inclusive se filtraron varios audios en los que ella confesaba apoyar la campaña con recursos públicos.

Uno de estos dice: “Voy a apoyar al ingeniero (Gilberto Martínez Andrade) económicamente… Voy a apoyar al ingeniero porque es el papá de mis hijos, porque el nuevo (alcalde) que entre, si es contrario, a mí me ataca… entonces a mí me conviene que gane el ingeniero”. Más claro ni el agua.

Como cereza en el pastel, la ex alcaldesa fue desaforada en agosto de 2021 acusada, entre otros delitos, por falta de responsabilidad en el ejercicio público, incumplimiento de la entrega de la cuenta pública y por el desvío de recursos del ramo federal por más de 180 millones de pesos de los ejercicios presupuestales 2019 y 2020.

LA COMPLICIDAD DE URIEL

Pero para Uriel Estrada Martínez, que asumió la titularidad de la Auditoría Superior del Estado en diciembre de 2018, no hay corrupción, y menos en Simojovel. Y por una sencilla razón que evade incluso todas las evidencias mencionadas anteriormente: Gilberto Martínez Andrade es su compadre.

El auditor superior no disimula la cercanía y el claro amasiato que tiene con el alcalde simojovalense. Todo lo contrario, acude a eventos políticos del presidente municipal, sostiene reuniones con su gabinete y hasta participa como invitado especial en las festividades municipales.

¿Pero sólo encubre a Viridiana Hernández por la cercanía que tiene con el esposo de ésta? No.

Se dice que Gilberto Martínez le ha otorgado contratos a la constructora de Uriel Estrada, de nombre ESES Grupo Constructor, S.A. de C.V., que ha realizado obras en el ejido Campo la Granja, donde según el alcalde ha comprado hasta la dignidad de las autoridades municipales con obras fantasma y mucho dinero. Esto por mencionar algo.

Pero aún hay más. A parte de los 180 millones de pesos que la ex alcaldesa dejó como deuda para las arcas del municipio, se suman otros 50 millones de pesos que presuntamente ha desviado el actual alcalde en lo que va de su gobierno.

Pero Uriel Estrada, quien asegura que en los Ayuntamientos de Chiapas no hay corrupción, no dice nada, no acusa los abusos y el saqueo de su compadre, por lo contrario, la encubre. Y el encubrimiento, sin más, también es corrupción.

@_MarioCaballero

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