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Los nuevos alcaldes de Chiapas tienen el compromiso de cumplirle a su pueblo ante fantasma de la corrupción

Comentario Zeta 

Carlos Z. Cadena 

 

Los nuevos alcaldes de Chiapas tienen el compromiso de cumplirle a su pueblo ante fantasma de la corrupción 

Sexenio tras sexenio, llámese de la tercera o cuarta trasformación, los Presidentes municipales de Chiapas, son los que más han llamado la atención en corrupción en el país, lo exhibió el exgobernador Patrocinio González Garrido con su imperio de la ley, con más de 70 sospechosos bajo la rúbrica del robo a las arcas municipales propiedad del pueblo, donde se dieron perseguidos, fugitivos, buscados, acorralados,   acosados y cazados para llevarlos a la cárcel, y con el exgobernador Pablo Salazar Mendiguchía, que por erigirse en un “gobernador Cristiano” se pensó que las cosas fuera distintas, salió peor la medicina que la enfermedad,  y se dieron muchas postales de corrupción donde los ediles eran “indultados”  aprovechándose muchos colaboradores del gobierno sobre todo de lo que ahora es la Auditoria Superior del Estado (ASE), terminando la historia que hasta el propio Salazar Mendiguchía,  fue a parar a la cárcel por omisión de salud y muerte de niños comitecos, y entrega de presuntos apoyos a su misma plana de sus principales  colaboradores.   

La historia es casi la misma siempre, los atiborran al inicio de sus administraciones municipales  de pláticas, sermones,  y cursos para supuestamente llevar con transparencia y honestidad púbica, el manejo de los recursos públicos, les endosan desde diversas instituciones del propio gobierno piezas oratorias para que se trabaje con limpieza y los boletines parecen “Biblias para no robar”, se pavonean los funcionarios públicos de las principales responsabilidades de una administración sexenal como Secretarias donde  los convocan y utilizan con su presencia para leerles las cartillas de moral pública,  y para que decirles  son historias oficiales  de lecciones de transparencia pública que no existen  en otras entidades del país.  Chiapas siempre se ha caracterizado por este tipo de estereotipos de moralidades y desde tiempos atrás, para que al final no se haga absolutamente nada y los Presidente Municipales se vayan impunes y excesivamente millonarios   a sus casas, vaciando hasta los Palacios municipales donde en trienios pasados se han llevado hasta las tazas de los baños y las puertas de las oficinas.    

Hoy la cuarta trasformación en Chiapas tiene la mayor responsabilidad en su historia desde que Chiapas es Chiapas. Porque es el propio Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que llegó al poder federal precisamente para combatir a la corrupción y millones de votos de los mexicanos “votaron” por él, justamente para este cambio de México sobre la desquiciada corrupción. Es el sexenio que más se ha hablado del combate a la corrupción y eso obliga a que en todo el país, sobre todo en los gobiernos donde prevalece MORENA, debe de imperar y predominar con el ejemplo y darle el frentazo a la corrupción,  y en Chiapas es muy implícito la historia de los Presidentes municipales, donde saquean, desvalijan, y roba el alcalde en las  principales ciudades de le geografía estatal, como  el alcalde de un municipio indígena o apartado en la agreste territorialidad de la Sierra Chiapaneca.  

El mismo gobernador de Chiapas Rutilio Escandón Cadenas, ya es considerado el gobernador que más ha hablado del combate a la corrupción en las páginas históricas del estado y lo hizo con un discurso brillante de moral pública desde que tomo posesión el 8 de diciembre de 2018. Por eso ahora más que nunca los Presidentes municipales deben de estar al acecho, de que esto ya cambio, ya es otro México, dice constante el Presidente López Obrador, y por eso los alcaldes del trienio pasado y los alcaldes que concluyen con este sexenio, deben de razonar que hay que cumplir muy claramente sus trabajos en sus ejercicios municipales. Hablar de impunidad o de complicidades con los responsables de las auditorias o investigadores de la numeralia presupuestaria esto se supone ya prescribió, y tanto los alcaldes de Chiapas como los funcionarios que los vigilan, deben de estar conscientes que esto ya cambio y que la cuarta trasformación ya no es lo mismo, porque quien venga de gobernador, quien sea, del partido que sea, del grupo que sea, tendrá que exigir cuentas claras a los funcionarios de hoy, llámense servidores públicos o alcaldes de Chiapas. Ahora todo está digitalizado, lo que no ocurría antes. Un botón y aflora la corrupción o transparencia.   

Lo que se quiere dejar en la mesa del debate y del análisis es que no habrá argumento o testimonio alguno para que los funcionarios públicos de Chiapas en todos sus rubros, tanto federales como, estatales o municipales, (porque muchos están entrelazados en funciones públicas) cumplan con su papel del servicio público, pero sobre todo la moral pública de la cuarta transformación que hasta código de éticas y libro blanco hizo el gobierno federal. El Presidente y el gobernador han sido claros en sus posesiones y tesis sobre la trasparencia pública y por eso el análisis de este comentario.   

Hoy inclusive se está viviendo las reelecciones municipales en las principales ciudades de Chiapas como Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, donde todos los reflectores estarán bajo vigilia y asechanza de los ciudadanos que son gobernados por los alcaldes de estas ciudades chiapanecas.  Serán seis años de poder municipal y manejo de los recursos públicos, algo nunca ocurrido en la historia política de la entidad, serán autoridades municipales que serán medidos primeramente por la filosofía histórica de que estarán seis años en una administración municipal, será doblemente el manejo de los recursos tanto federales, estatales como municipales, y esto lleva de la mano con la NO corrupción de la cuarta transformación.   

No se debe de ser alcahuetes con los alcaldes corruptos mucho menos cómplices en Chiapas, todos los que fueron Presidentes municipales del trienio pasado deben de cumplir con sus responsabilidades de entregar cuentas claras. Y los que entraron en funciones también deben de acatar sus compromisos con la gente que confió en ellos. Hay casos como la exalcaldesa de San Cristóbal de las Casas, Jerónima Toledo, que ha sido señalada constantemente de que cometió actos de corrupción y hasta ahora solamente son sus abogados los que andan visitando las oficinas públicas del estado para haber cómo se busca el mecanismo de que ya no sea acusada Jerónima Toledo de corrupción.  

El pueblo comenta que privó la corrupción en muchos municipios de Chiapas, sin embargo, no hay destellos de que esto existió, por eso el valor de que las cosas marchen bien, sino al rato esto va a ser un lamento de denuncias sobre todo en este año especial del 2022, que está a punto de arrancar. Y aquellos alcaldes que fueron supuestamente “reelectos”, tendrán que ser más inteligentes porque sin duda estarán la bajo la supervisoría de la opinión pública. Chiapas no merece Presidentes

municipales corruptos y podridos para manejar los recursos que son del pueblo. Los ediles de seis años, en Chiapas serán vigilados hasta con microscopio. Ya lo verán. La cuarta trasformación de Chiapas, lo puede y lo debe de hacer: Transparencia pública verdadera, no simulaciones. Dixe.    

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