En tiempos de elección observemos la democracia.
Roger Heli Díaz Guillén.
Democracia es la forma libre de intervención ciudadana que constituye el poder soberano del pueblo para designar a los que integrarán el poder ejecutivo y legislativo cada seis años y de forma intermedia para el poder legislativo. Proceso social por el que los ciudadanos designan y ejercen el poder político del y para el pueblo designando su representación social expresada a través de partidos políticos o coaliciones de estos mediante el voto libre. Es la estructura de normas y conductas ciudadanas basado en reglas que regulan el sistema de gobierno del pueblo en un sistema de partidos.
En México transitamos en el 2018 a una intervención ciudadana democrática sin precedente en la historia que salimos a votar con la esperanza de un gobierno diferente al que casi ya nos habíamos acostumbrado, que despertó a partir del hartazgo, la pobreza y el abandono de gobierno, del cual hemos caminado en acciones diferentes que atienden al principio de gobierno de “primero los pobres”, destacando avances en el bienestar social con programas, presupuestos y reformas constitucionales de beneficios que se asumen como obligatorios por parte del poder ejecutivo a sectores de la tercera edad y personas con capacidades diferentes; dando un paso importante la creación de programa sembrando vida y acciones en el combate al hambre como es la nueva ley de Alimentación adecuada y sostenible publicada el pasado 17 de abril de 2024, que garantiza alimentos a la población en general carente de ello, cuya responsabilidad corresponde sustantivamente a los nuevos gobierno que a seis meses tomarán la dirección de la nación, estados y municipios
El proceso político de la democracia en este transito no tuvo un proceso de desarrollo ascendente sino descendente al observar el clímax llegado después de una elección intermedia del 2021 para integrar el poder legislativo, estableciéndose nuevas reglas de elegibilidad política y medios para determinar mediante sondeos y encuestas a los elegidos, complementados con el quehacer, fortaleza y capacidad de negociación y acuerdos de grupos políticos; en un escenario donde las máscaras e identidades políticas, por lo menos en la mayoría de los partidos, no es un criterio para no contender en el mundo de morena y sus aliados verdes y del trabajo, quienes rompieron y alteraron la identidad de nuevo partido que se construyó a partir del proyecto nacional que llevó a AMLO a la dirección del gobierno nacional, abriendo espacios a priistas, panistas y perredistas y de cualquier partido local vinculado a grupos del poder político central con interés de participar sumando votos para reducir la capacidad de acción y presencia de los tres partidos del frente nacional por México.
La democracia a sido planteada a partir de un proceso donde los resultados de evaluaciones de presencia de candidatos quedan sujetas a determinaciones centrales de partido con decisiones que se modifican, quitan y ponen candidatos, perdiéndose la transparencia de actos y acciones como la elección de delegados de morena en el 2023 en Chiapas ampliamente criticados que atentaron las reglas del propio partido que finalmente fueron consentidos, como el hecho que funcionarios públicos de gobiernos pudieron participar en el proceso de selección y ser hoy los delegados del partido; cuyo comportamiento no se reclama en aras de la unidad y la continuidad de la transformación y combate a la pobreza; de ello esta lleno las redes sociales de pronunciamiento y demandas ante el poder judicial federal de muchos elegidos que fueron bajados de la contienda 2024, dándose nuevas designaciones; o casos donde los elegidos son nuevos actores en esta fase de la transformación política de México o; el momento tortuoso para reconocer lo que desde el principio del proceso electoral no había duda para Chiapas, de reconocer como candidato de mayoría a EDUARDO RAMIREZ AGUILAR, que reflejó mucho jaloneo para bajar del interés central de partido a la candidata del grupo tabasco que apoyaba a la senadora Sasil Dora Luz de León, que quedó definido en la madrugada del día siguiente en que se debía anunciar al o la elegida en la contienda; ponderando lo que el candidato ERA representa como votos de Chiapas para morena nacional y fractura de partido en Chiapas en una decisión equivocada ante evidente mayoría como hoy se prueba con la legitimación casi unánime de partidos nacionales y locales.
La democracia en su ejercicio legitimo no deja lugar a dudas a la representación social y la legitimación de la responsabilidad que los elegidos asumen ante un interés colectivo que los sustenta y los elige; debiéndose asumir dicho criterio como responsabilidad para fortalecer los procesos democráticos de elegibilidad para las representaciones sociales; donde el voto libre es un valor que el gobierno a cuidado y cuidará; pero los procesos de selección debemos reconocer que son cada ves más observados por los propios políticos en su lucha donde las reglas son todas validas cuidando algunas formas de actuación y comunicación. La transformación de México exige necesariamente la transformación política y fortalecimiento de sus reglas para la democracia incluyente.
La naturaleza de la democracia radica en la convergencia colectiva de intereses ciudadanos relacionados con su forma de gobierno, cuyo objeto no debe alterarse por ideologías y principios de partidos que atienden intereses de grupos políticos que deben sujetarse por respeto, a la parte del recorte social que prueban representar sus intereses; cuya no observancia nos lleva al pensamiento de Humberto Eco que en una carta que le dirigió al Cardenal de Milán, expresando que respetada su envestidura, profesión y credo, pero que no aceptaba que en su expresión verbal del pensamiento católico religioso se hablara en nombre de todos, perdiendo el respeto a los que pensaban diferente con religión o no. Esta expresión se relaciona cuando en la práctica las determinaciones son de partido y no estrictamente de representación social, invocando la determinación por el bien común y unidad de partido por la transformación; publicando lista de candidatos designados y acreditados y mañana se modifica, manejando un lenguaje profuso, difuso y confuso que poco convence y genera más dudas; donde la fortaleza de triunfo de la coalición está basado en el nombre del partido MORENA y avalancha ideológica del pensamiento obradorcita y sus logros y; no propiamente basado en liderazgos verdaderos y si de candidatos elegidos que no tienen identidad de partido y movimiento de regeneración que con el chaleco guinda puesto es más que necesario para triunfar.
Son tiempos de transformación, pero con pensamiento democrático que debe atenderse cambiando paradigmas y viejas practicas políticas, donde el pensamiento científico de la política y la democracia se consagre con la legitimación y verdadera representación social.
