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Puntos Fiscales

José Luis León Robles                                       

dj_drdead@hotmail.com

Muy buenos días mis distinguidos lectores de este prestigiado diario, el día de hoy tocaré un tema muy importe y que requiere de mucho tacto, y estamos haciendo referencia al acoso escolar o bullying , que es una forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad, a tal grado que puede repercutir en situaciones mortales. Cabe señalar que en el acoso escolar intervienen por una parte los agresores y las víctimas en un tercer plano que muchas veces no hay son los testigos. Algunos testigos pueden ser ocasionales como por ejemplo los docentes u otros miembros de la comunidad escolar que presencian las agresiones hacia las víctimas. Estos últimos juegan un papel fundamental al apoyar a las víctimas y denunciar el acoso, pues suelen estimular las agresiones, cuando se ríen, aplauden o felicitan a los agresores. Cabe mencionar que el acoso escolar tiene características particulares que lo distinguen de otras formas de violencia, como por ejemplo una conducta violenta o agresiva que se   repite y que se da de manera constante, las agresiones se presentan durante un largo periodo, es intencional, pero sobre todas las cosas las agresiones buscan provocar un daño. Para ir tipificando este delito basta mencionar que en este tipo de conductas intervienen tres actores principalmente: las víctimas, los agresores y los testigos (alumnos o docentes de la escuela que observan las agresiones). No debe confundir con acoso escolar cualquier forma de maltrato o violencia de los adultos hacia los alumnos de la escuela o bien una pelea ocasional entre alumnas o alumnos, una broma o un juego en el que los involucrados intercambian las agresiones, con esto no quiere decir que puedan ser conductas normales, sino que son formas agresivas o violentas de relacionarse que pueden ocurrir en la escuela y que también requieren atención. Sin embargo, no son acoso escolar. Cabe señalar que además del daño físico y emocional que provoca la violencia, quienes viven en esas condiciones corren el riesgo de aprender a reaccionar con violencia, acostumbrarse a ella y a creer que es parte de la vida diaria ser maltratado, ofender a los demás o hacerles daño. Precisamente lo que se busca erradicar en reaccionar a la violencia con más violencia, considero que se puede aprender a convivir de manera respetuosa y a resolver los conflictos utilizando el diálogo. Un primer paso para prevenir y manejar la violencia es aprender a reconocerla y comprender que nadie debe maltratar ni ser maltratado, recuerde usted mi distinguido lector que tenemos el derecho a convivir en paz, a ser tratado con respeto y a ser protegido de situaciones de riesgo. También a recibir una educación en la que aprendas a convivir, a seguir aprendiendo, a ser mejor persona cada día y a desarrollar tu potencial. Espero que este tema haya sido de sumo interés, pero sobre todo que hay que estar atento a las conductas inusuales de nuestros hijos pequeños, en sus calificaciones que es una de las repercusiones que se tiene cuando por alguna cuestión nuestros hijos dan un bajón de calificación. Si el creador nos lo permite, nos estaremos leyendo la siguiente semana en esta su columna.

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