Puntos Fiscales
José Luis León Robles
Muy buenos días distinguidos lectores, es para mi un honor contar con su interés en esta su columna, y en vista del inicio de la primavera que en algunas zonas del país esta frio aún, es necesario abordar el tema del calentamiento global y que infiere en los climas que muchas veces nuestros abuelos sin necesidad de ver un calendario o el pronóstico del tiempo podía atinarle las características propias de las estaciones. Los cambios de climas hacen referencia a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, por ejemplo, a través de las variaciones del ciclo solar. Pero desde hace aproximadamente desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. Por ejemplo, la quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Cabe mencionar que algunas emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano. Estos proceden del uso de la gasolina para conducir un coche o del carbón para calentar un edificio, por ejemplo. El desmonte de tierras y bosques también puede liberar dióxido de carbono. Los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano. La energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores. Muchas de las personas piensan que el cambio climático significa principalmente temperaturas más cálidas, pero esto no siempre es así, toda vez que el aumento de la temperatura es sólo el principio de la historia. Como la Tierra es un sistema, en el que todo está conectado, los cambios de una zona pueden influir en los cambios de todas las demás. Algunas de las consecuencias del cambio climático incluyen ahora, entre otras, sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad. A esto debemos incluir también el desorden psicológico que provoca en los seres humanos y que esta debidamente comprobado como un posible daño colateral en los seres humanos. Muchas soluciones al cambio climático pueden aportar beneficios económicos al tiempo que mejoran nuestras vidas y protegen el medio ambiente. Pueden existir en los gobiernos mundial marcos y acuerdos globales para guiar el progreso, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París. Hay tres amplias categorías de acción: reducir las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios. Es necesario el cambio de los sistemas energéticos de los combustibles fósiles a las energías renovables, como la solar o la eólica, ello ayudara a reducir las emisiones que provocan el cambio climático. Pero tenemos que empezar ya mismo. Cabe señalar que, aunque una coalición cada vez más numerosa de países se compromete a alcanzar las emisiones cero para 2050, alrededor de la mitad de los recortes en las emisiones deben producirse antes de 2030 para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C. La producción de combustibles fósiles debe disminuir aproximadamente un 6 % anual entre 2020 y 2030. La acción climática requiere importantes inversiones financieras por parte de gobiernos y empresas. Pero la inacción climática es mucho más cara. Espero que este último jalón que aún queda en el Gobierno Federal permita tomar en cuenta las recomendaciones internacionales en relación al uso de las energías limpias que ayudara a mejorar el medio ambiente. Si el creador nos lo permite, nos estaremos leyendo la siguiente semana.
