La violencia sexual en las ciudades

Saúl Arellano

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), con fecha de corte al mes de junio de 2023. La mayoría de los medios destaca de esta información cuáles son los municipios donde las personas reportan una mayor sensación de inseguridad en sus ciudades.

Sin embargo, la encuesta tiene datos que revelan dimensiones de la violencia y la inseguridad que son sumamente relevantes, por lo que implican en términos de las diferentes modalidades que hay de las violencias en todo el territorio nacional. Una de esas dimensiones es la de la violencia sexual, respecto de la cual, el 16.3% de la población mayor de 18 años declara que ha vivido algún evento de violencia de este tipo.

De acuerdo con el INEGI, el tipo de situaciones reportadas son las siguientes: “le dijeron piropos groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo”; “alguien intentó obligarle o forzarse usando la fuerza física, engaños o chantajes para tener relaciones sexuales sin su consentimiento o contra su voluntad”; “le ofrecieron dinero, regalos u otro tipo de bienes a cambio de algún intercambio de tipo sexual, que a usted le pareció ofensivo o humillante”; “le enviaron mensajes o publicaron comentarios sobre usted, con intenciones sexuales, insultos u otras ofensas sexuales, a través del celular, correo electrónico o redes sociales”; “alguna persona le obligó a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad”; “alguna persona le mostró sus partes íntimas o se tocó sus partes íntimas enfrente de usted, y usted se sintió molestado, ofendido atemorizado”; “le manosearon, tocaron, besaron o se le arrimaron, recargaron o encimaron con fines sexuales y sin su consentimiento”; “le enviaron mensajes, fotos, videos o publicaciones con insinuaciones, insultos u ofensas sexuales que fueron ofensivos o amenazantes”; “le obligaron a mirar escenas o actos sexuales o pornográficos (fotos, revistas, vídeos o películas)”.

El objetivo de transcribir la larga lista de situaciones que considera el INEGI en su encuesta es dar cuenta de la magnitud, profundidad y, también hay que decirlo, oscuridad que caracteriza a estas formas de violencia y agresión en nuestro país; y esto es relevante porque no podemos seguir siendo un país que normaliza, invisibiliza o que definitivamente cierra los ojos ante la maldad y la crueldad.

Para dimensionar lo anterior, es importante señalar que en las ciudades donde se levanta esta encuesta, habitan 44.5 millones de personas mayores de 18 años; y que, de ellas, 7.23 millones declararon haber vivido alguno de los eventos señalados en la larga lista citada arriba. Si esa cifra se extrapola a la totalidad de las localidades urbanas del país, entonces la cifra de personas que habitan en ellas crece a alrededor de 90 millones; por lo que un porcentaje similar de 16% equivaldría a 14.4 millones de personas víctimas de ese tipo de agresiones.

Ahora bien, el otro dato que debe destacarse es el relativo a que del total de personas que fueron agredidas, 5.74 millones son mujeres y 1.49 millones son hombres. Es decir, entre el grupo de las mujeres, el 23.7% ha sido víctima de alguna de las agresiones señaladas, o bien, una de cada cuatro. Entre los hombres, la proporción es de 7.3%, es decir, siete de cada cien.

Es cierto que la encuesta no es representativa, estadísticamente hablando, de todo el país; sin embargo, resulta útil identificar aquellas demarcaciones donde con mayor medida se registran estos nefastos eventos. Así, frente al promedio de 16.3% registrado entre las ciudades donde se levanta la encuesta, hay varias de ellas que rebasan con mucho ese indicador: Villahermosa, Tabasco, tiene un dato de 24.5%, Xochimilco, en ciudad de México, 24%, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 23.3%; Chetumal, Quintana Roo, 22.8%; Morelia, Michoacán, 22.4%; Miguel Hidalgo en CdMx., 22%; La Magdalena Contreras, igualmente en CdMx, 21.9; Guadalajara, Jalisco, 21.9%; y 21.7% en cada una de las siguientes demarcaciones: Uruapan, Michoacán, Venustiano Carranza, CdMx., y Cuernavaca, Morelos.

Otras ciudades con más de 20% son: Irapuato, Guanajuato; Chimalhuacán, EdoMéx., León, Guanajuato, Naucalpan, EdoMéx., Cancún, Quintana Roo, Mexicali, Baja California, Tonalá, Chiapas; y Ciudad Juárez, Zacatecas y Apodaca, con indicadores muy cercanos al 20%

La encuesta también desglosa otras categorías que es relevante destacar: 6.47 millones de personas fueron víctimas de intimidación sexual, de las cuales, 5.24 millones son mujeres; 715216 fueron víctimas de acoso u hostigamiento sexual, de las cuales, 533,091 son mujeres; mientras que 486,742 fueron víctimas de violación o intento de violación, de las cuales, 346,081 son mujeres.

Como se observa, las cifras evidencian una severa crisis social porque se trata de datos trimestrales, es decir, son indicadores que a lo largo del año pueden incrementarse si no mejoran, ya no sólo las condiciones de seguridad pública en general, sino las acciones de prevención y de sanción a los victimarios, los cuales sigue una lógica de actuación que no necesariamente es la misma que la del crimen organizado y las bandas que se dedican a delitos de alto impacto como el secuestro.

Es urgente que, frente a estos datos, el gobierno de la República, en un acto de sensatez, recapacite sobre su decisión de desaparecer a instancias como el Sistema Nacional de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes; y que al mismo tiempo se tome la decisión de fortalecer, no sólo en recursos, sino en visión, misión y diseño, a instancias como el Sistema Nacional DIF.

Investigador del PUED-UNAM

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