• Aparte de la corrupción en el manejo de los recursos de inversión de la obra, si hubiese un incendio de grandes proporciones, el trabajo de auxilio sería inoperante por las calles angostas y porque no hay hidratantes
M de R/Diario de Chiapas
El 09 de agosto de 2011, alrededor de las 22:00 horas y con una conglomeración de personas en la esquina de la 1ª Sur y 1ª Poniente, el entonces gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero y el ex presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Yassir Vázquez Hernández, pusieron en marcha el proyecto integral de mejoramiento urbano en el primer cuadro de la ciudad “¡Que Viva el Centro!”, con la finalidad de modernizar las vialidades de la capital chiapaneca, así como atraer visitantes de las diferentes entidades federativas de México y turistas de otras partes del mundo.
Uno de los proyectos de infraestructura de mayor fracaso en el estado, las expectativas no fueron cumplidas y los estragos se siguen arrastrando.
Rodulfo Gálvez Gómez, presidente de la Asociación Estatal de Bomberos de Chiapas, presidente del Patronato de Bomberos de Tuxtla Gutiérrez y presidente Nacional de la Asociación de Bomberos, señaló que antes de que se llevara a cabo el proyecto, hubo acercamientos para que el centro de la ciudad quedara como se había proyectado.
“Ese es un tema que tratar ‘Que viva el centro’, cuando se acercó el Colegio de Ingenieros Civiles los hicieron a un lado, cuando nosotros nos acercamos, porque yo me acerqué a solicitar la estación de bomberos, nuestro asesoramiento y ver una opinión de nosotros también nos hicieron a un lado”.
La idea de los bomberos era poner unos hidratantes en el primer cuadro de la ciudad que funcionaran en caso de haber un incendio en el centro de la ciudad.
“Qué es lo que yo quería, colocar una serie de hidrantes para que nosotros nos suministráramos agua, porque nosotros si Dios no lo quiera un incendio en el centro o donde sea, tenemos que ir hasta Los Pájaros a la salida de donde era la prisión o por la salida a Chiapa de Corzo que son entre 3 a 4 kilómetros”.
Dijo que, aunque se tenga suficientes camiones y pipas, en un siniestro en el centro de la ciudad no sería suficiente ya que el hecho de ir a traer agua a grandes distancias provoca que no haya posibilidades de apagar un incendio de forma rápida.
“Luego, lo estrecho de las calles y luego la situación de las líneas eléctricas aéreas que no permiten los chorros de agua directo tendríamos que pedir apoyo a Comisión Federal de Electricidad, pero son minutos y segundos vitales de vida”.
Recordar que el Ayuntamiento administró en un principio la obra y al ver que no saldrían decidió cambiar e hizo contratos con empresas constructoras; muchas manos tocaron el proyecto en medio del caos de la mala administración y fugas de dinero.
La inversión fue de 200 millones de pesos a través de una mezcla de recursos entre el gobierno estatal y municipal, en esta suma la aportación fue en primera etapa de un 50 por ciento, es decir; 100 millones de pesos respectivamente, con lo que se reconstruyeron 163 mil 473.97 metros cuadrados de vialidades y 28 mil 848.26 metros cuadrados de banquetas.
Además de la instalación de mobiliario en concreto tipo cantera y la siembra de árboles nativos, cambiar la red de drenaje sanitario y agua potable, cableado subterráneo de CFE, teléfonos, televisión por cable, así como la modernización de las luminarias, situaciones que a diez años ninguno es realidad.
Mientras tanto, el ex gobernador Juan Sabines como el ex edil tuxtleco Yassir Vázquez, así como las constructoras involucradas nunca dieron respuesta al despilfarro de dinero y a las malas condiciones de lo que hasta ahora es la peor obra en la historia de la ciudad.
“Entonces ‘Que viva el centro’, todavía está el proyecto en puerta, se los he acercado a varios presidentes municipales para que coloquemos una red de hidrantes de ocho, ya no digamos ocho, seis o cuatro pero que lo tengamos en el centro hay muchos riesgos, papelerías, telas, muchas”, concluyó.
