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  • Diario de Chiapas ha demostrado en los hechos que la extinta Proactiva es una empresa ama y señora del presidente municipal
  • A diferencia del municipio veracruzano, en la capital chiapaneca la empresa recolectora de basura ha encontrado la complicidad necesaria para seguir operando pese al daño provocado

En Xalapa-Enríquez, capital de Veracruz, la empresa Veolia no podrá seguir afectando el medio ambiente y poniendo en riesgo la salud de sus habitantes.

Año y medio después de disputas en tribunales, el gobierno municipal que encabeza Hipólito Rodríguez Herrero, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), demostró que tenía razón al señalar que Veolia es una empresa peligrosa, que tiene como estrategia crear redes de complicidad para esconder los perjuicios que ocasiona.

A diferencia de Tuxtla Gutiérrez, donde también gobierna Morena, y pese a ello la empresa se maneja como ama y señora del gobernante actual, Rodríguez Herrero tuvo el valor de enfrentar a la poderosa transnacional francesa, anteponiendo la seguridad de los ciudadanos.

Como resultado de las disputas, desde octubre de 2019 Veolia no puede operar más el relleno sanitario de la capital veracruzana, con un fallo que no deja lugar a dudas, como lo expresó la magistrada Estrella Iglesias, del Tribunal Administrativo Contencioso de Xalapa, quien señaló que es una empresa perniciosa para el medio ambiente.

RASTRO TÓXICO

La denuncia contra Veolia tuvo como origen el filtrado de lixiviados, que son líquidos que resultan del procesamiento de los desechos orgánicos en los rellenos sanitarios, líquidos peligrosos para el ser humano, y una amenaza muy seria para los cuerpos de agua de los que depende nuestro suministro.

Como lo reconoció el presidente municipal de Xalapa, el daño más grave fue sobre el río San Juan, ubicado cerca del relleno que administraba la empresa francesa, pero además, también encontraron incumplimientos como el haber convertido el relleno “El Tronconal” en un tiradero a cielo abierto.

No obstante, a diferencia de Carlos Morales Vázquez, el de Xalapa sí enfrentó otras situaciones con Veolia que deberían alarmar a los tuxtlecos: también allá esta empresa cometió irregularidades en el servicio de recolección, incumplió cláusulas del contrato, procuró una relación abusiva con el Ayuntamiento y provocó una importante contaminación en los alrededores del “Tronconal” ¿A caso le parece familiar esto a los habitantes de la capital chiapaneca?

En el caso veracruzano, Veolia obtenía pagos mensuales por el orden de los dos millones 200 mil pesos al mes, por eso cuando Hipólito Rodríguez Herrero los enfrentó, la reacción rabiosa no se hizo esperar, amenazando con dejar que Xalapa se inundara en sus desechos, aunque un primer triunfo les permitió seguir cobrando esta suma y continuar con el mal servicio que habían tolerado y negociado las administraciones pasadas.

Sin embargo, como lo reconoció munícipe, Veolia se asegura contratos que “sangran” las administraciones municipales, con cláusulas ventajosas “y terminan cobrando muchísimo por un servicio que no corresponde con esa cantidad”, y ni así pudo evitar ahogarse en sus propios desechos.

Pese a que Veolia fue corrida de Xalapa, su huella de corrupción y suciedad continuarán por mucho tiempo, especialmente en el río San Juan, sobre el que descargaron sustancias cuyas repercusiones en la salud humana son insospechadas.

Pero ¿Cómo lograron los xalapeños quitarse de encima los abusos de Veolia? Tras ocho meses de disputa legal, un juez federal falló a favor del Ayuntamiento de Xalapa y dejó a la empresa Veolia Residuos Bajío S.A. de C.V., sin el control del relleno sanitario, localizado en la comunidad “El Tronconal”.

Esto como resultado de que el 25 de mayo de 2019, Hipólito Rodríguez Herrero, anunció que su gobierno promovería un amparo en contra del fallo de una jueza del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) que devolvió el control del relleno sanitario de “El Tronconal” a la empresa Veolia.

Sin embargo, las pruebas presentadas fueron demoledoras y claras sobre el impacto que la empresa había tenido en el medio ambiente, tan insostenible resultó que prefirieron retirarse antes de continuar otra batalla legal.

“Las instituciones de justicia del país, federales y locales, habían ya emitido sentencias favorables al Ayuntamiento, de modo tal que la empresa se acercó y dijo bueno nos vamos”, narró el munícipe en una entrevista al Diario de Xalapa.

EN TUXTLA, EL MISMO DAÑO

La filtración de lixiviados ha sido denunciada reiteradamente por el activista en temas ambientales, Héctor Montesinos, quien ha sufrido directamente los daños que Veolia ha provocado en el Arroyo Lacandón, cuyo recorrido se adentra en su predio “San Martín Mujular”.

Cuando Montesinos mostró las afectaciones del relleno sanitario, Veolia atacó con demandas millonarias, argumentando un daño moral por exhibirlos como una empresa contaminante. A diferencia de Xalapa, en Tuxtla Gutiérrez Veolia ha encontrado la complicidad necesaria para seguir operando pese al daño provocado.

Montesinos recuerda que la contaminación inició en el año 2010, cuando los habitantes del ejido Copoya comenzaron a observar cambios en la coloración del agua que se obtenían del manantial.

“El color del agua cambió de cristalina a negra, casi como el color de la coca cola, y con olor fétido”, destacó.

Como en Xalapa, la empresa que entonces se llamaba Proactiva, utilizó explosivos en la excavación de las celdas de deposición final de residuos sólidos, y con ello, provocó fisuras en el suelo por donde terminó escurriendo el lixiviado de toneladas de basura.

Y como lo respaldó un ingeniero geofísico “el alto grado de fracturamiento propicia la filtración del agua de lluvia en el macizo rocoso, que sirve como recarga para el acuífero libre que almacena”.

Pero mientras en Xalapa estas filtraciones alertaron al presidente municipal, en Tuxtla Gutiérrez no ha sido suficiente que incluso el Laboratorio Estatal de Salud Pública de Veracruz haya corroborado la presencia de metales pesados como el Cadmio, Cromo, Plomo y Zinc, en los escurrimientos que terminan por contaminar importantes cuerpos de agua.

Aquí no ha importado las descargas de agua contaminada con lixiviados; o que existan descargas de aceites y grasas al suelo natural en el relleno sanitario.

¿Qué espera el gobierno de Tuxtla Gutiérrez para seguir el ejemplo de Xalapa? Ciudad que pudo frenar los abusos de Veolia, y exponer las conductas de la empresa francesa, que ha obtenido millones de pesos del recurso público en los últimos 15 años.

¿Por qué Carlos Morales, que se cobijó en Morena para ganar la presidencia municipal, no hace cumplir la ley, y con ello cumplir la promesa fundamental de la ‘4T’ respecto al fin de los actos corruptos?

En opinión de Héctor Montesinos, estas fallas evidencian que una red de complicidad protege a Veolia, quien pese al daño ocasionado, no lleva registros de la generación de lixiviados “y esto preocupa porque no se puede determinar si la capacidad de las celdas para lixiviados es suficiente para la generación de los mismos, de tal manera que, es evidente que la empresa genera sustancias contaminantes y peligrosas”.

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