José Cancino / Tapachula
Guatemala ha deportado este domingo a unas 300 personas que integraba una nueva caravana migrante, que se dividió hasta en tres grupos en la frontera de Corinto, en el departamento de Izabal.
Los extranjeros no pudieron avanzar hacia México, ante la insistencia del gobierno chapín de mostrar documentación migratoria y test negativos de COVID, con lo cual se les cedería el tránsito por este país para poder conectar con la frontera hacia Chiapas.
Tras un día de espera y tensión en la frontera entre Honduras y Guatemala, que dejó al menos una decena de lesionados durante un enfrentamiento la noche de este sábado, los migrantes fueron retornados a Honduras, grupo en el que también viajaban nicaragüenses.
“Aún hay presencia de la Policía Nacional Civil (PNC), ejército y agentes migratorios en Corinto y Agua caliente, los dos puntos de internamiento a Guatemala”, dijo el departamento de migración.
El Instituto Guatemalteco de Migración reportó flujo normal en la frontera de Agua caliente, limítrofe con Honduras, otro punto por donde los extranjeros intentaron pasar. Pese a esto, señaló que no hay presencia de integrantes de la caravana debido a que la mayoría fue trasladada en camiones y vehículos oficiales hacia territorio hondureño.
También explicó que seis hondureños que intentaron burlar el cerco militar y policial, fueron retornados de inmediato al infringir la política migratoria y sanitaria de Guatemala.
Los migrantes no pudieron avanzar y tampoco lograron el objetivo de llegar a Tapachula, desde donde salieron al menos seis caravanas durante 2021; sólo dos contingentes de estos lograron llegar hasta el centro de México.
Este es el primer intento de un grupo de migrantes por avanzar desde Centroamérica hacia territorio mexicano. A través de redes sociales, se había hecho una convocatoria para salir desde la gran terminal metropolitana de autobuses, en San Pedro Sula, hacia Guatemala y consecutivamente a México.
Durante los últimos tres meses de 2021, unos 30 mil migrantes fueron movilizados desde Tapachula hacia distintas entidades del país, a través de un programa del gobierno mexicano pea que tramitarán sus visas en otras regiones y no se creara un cuello de botella humano en el sur.
