José Cancino / Diario de Chiapas
Ayuntamiento da la bienvenida a este municipio con una peligrosa glorieta en obra negra, donde hay riesgo de accidentes
Han pasado más de seis meses que el alcalde José Luis Laparra Calderón mandó a edificar una glorieta en el acceso principal de Huixtla, sobre la carretera que conduce de Tapachula a esta localidad, sin que hasta el momento presente avances significativos.
Los trabajos de construcción se mantienen varados, sin que haya algún proyecto íntegro para depurar maquinaria y mano de obra en este sector de la Ciudad de la Piedra.
En el perímetro de esta obra a medias, se observan cúmulos de tierra que fueron extraídos de la superficie, así como varillas de grosor amplio para soportar la estructura que debería ser edificada.
Automovilistas de la mancha urbana manifestaron que el sitio se vuelve peligroso, principalmente en las noches, ya que hay poca iluminación y algunos conductores que desconocen de este desperfecto, han tenido accidente o han estado a punto de colisionar contra la barrera de varillas y tierra.
Además, apuntaron que al circular sobre esta importante vialidad, tienen que desviarse del sentido que llevan para poder rodear la obra, lo que en cualquier momento podría originar un accidente.
Tampoco hay muchas señales de advertencia, sólo una pequeña placa que reza hombres trabajando en el sector y una manta que nada tiene que ver con la situación que allí prevalece: medias sanitarias de prevención por el Covid-19.
Peor aún, los lugareños han señalado que se ha creado un boquete lleno de agua de lluvia, que al pasar de los días han hecho de esto un criadero de zancudos que proliferan por el sector.
Pidieron al gobierno municipal que depure la construcción de esta rotonda, que debería darle mayor estética a la entrada principal de este casco urbano, pero caso contrario representa un foco de peligro para conductores y peatones, que alegan la obra ha sido abandonada sin una razón conocida para todos.
