Negación
Jorge Alberto Rincón Acebo jorgearinconacebo@gmail.com
Larguirucho cual Quijote o llenito parado enfrente, observándolo moviéndose ensimismado es el universo sin saber nada de lo que es, así transcurre la vida. Está ensimismado en intima unión con su celular, desconectado de la vida.
Continuación de la guerra
El amor -sea búdico cristiano, islámico, hindú, animista, etc.- evitaría guerras. Sin embargo, todas las religiones no unen, “dividen”. Estado útil para el manejo de la masa humana.
Bastaría que, en el catolicismo, los sacerdotes no perdonaran los pecados para evitar muertes de guerra. Lo pueden hacer, los tiempos han cambiado, la población sabe leer y escribir, toma conciencia del bienestar, comprende cuando busca y no encuentra el texto bíblico donde hable del infierno: en la Biblia no existe el infierno. Lo hacemos con nuestros actos en la tierra.
Negación
Diseminar el miedo refleja la carencia de conocimiento.
Tus actos te definen.
Refieres una cosa para ser socialmente aceptado:
“Sí estoy cuidándome, haciendo ejercicio y manteniendo la dieta, nunca me va a subir los parámetros”.
Cuando haces la otra.
Tus actos te definen.
Cómo te sientes, eres.
La inalterabilidad
Es un ideal, se escapa de la entropía mediante la homeostasia, recombinación genética y cambios epigenéticos.
Negar es una manera de evadir responsabilidades.
Enfermas por carencia de autocuidado.
Negación del calentamiento global por deforestación excesiva, a punto de llegar a irremediable.
Evasión de comprender, al ser 8 mil millones de seres humanos por carencia o ausencia de conocer tu fisiología reproductiva.
Predicar el amor y practicar la guerra, a través del despojo.
Evitemos cuestionar si no haces nada para automejorarte.
Si en la postrimería de los días se retracta de lo que hizo, es como si nunca hubiera existido.
Resaltarse de lo que eres, es como si estuvieras muerto en vida; acaso tienes dignidad de poder existir así, cuando tú mismo te niegas.
