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Conservación y Sostenibilidad de la Selva Lacandona

Roger Heli Díaz Guillen
Chiapa de Corzo, Chiapas
Los pueblos indígenas y campesinos son parte sustantiva y activa de la biodiversidad; juegan un papel preponderante en la administración, conservación y sostenibilidad de los espacios megadiversos como la Selva Lacandona, específicamente las áreas naturales protegidas declaradas.
La relación biocultural que subyace entre el hombre y la naturaleza, explica y delimita la vida política, económica, ambiental, salud, educación y cultural en que viven los pueblos al interior de las áreas naturales protegidas, donde el derecho a la tierra y la vinculación con el territorio, se plasman en los instrumentos normativos como Reglamentos Ejidales y Estatutos Comunales, que abonan al estado de derecho y paz entre los pueblos e individuos.
La historia de políticas públicas que resolvieron problemas inmediatos en los últimos 50 años en la Selva Lacandona, a largo plazo se han traducido en conductas y derechos colectivos e individuales que hoy amenazan la existencia de nuestra selva y el orden social comunitario, como la colonización dirigida en lo que hoy son territorios de los municipios de Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas; el empalmamiento de ejidos en tierras de Bienes Comunales Zona Lacandona y reconocimiento de más de 1400 nuevos comuneros; y el impulso de programas forestales, agrícolas y agropecuarios que han promovido la destrucción de la masa forestal, biodiversidad y reducción de la superficie de selva originaria, fomentando la cultura de parcelamiento.
Conservar y sostener la existencia de la selva Lacandona, debe empezar por restablecer el estado de derecho comunal, haciendo respetar el orden interno establecido en convenio entre pueblos indígenas de marzo de 1977 y lo dispuesto en los artículos 25 y 109 del Estatuto comunal, relativos a la representación comunal y administración del territorio comunal entre pueblos, como condición de igualdad y respeto a la autodeterminación indígena; asumiendo que el orden social en una comunidad pluriétnica como es el caso, no radica en la voluntad de las mayorías, sino en la convergencia de acuerdos entre pueblos en igualdad y autonomía.
Lo anterior debe estar aparejado a la necesidad de actualizar los Programas de Manejo de las Áreas Naturales Protegidas, cuyo territorio y zonificación debe partir de la administración territorial dispuesto en el Estatuto Comunal y la naturaleza biocultural de cada pueblo indígena.
Ante la degradación de la biodiversidad, hoy son tiempos no solo de conservación, sino también de recuperación de territorios biodiversos que invitan a la reconversión del uso de los suelos y destino del territorio comunal; siendo un ideal del Pueblo Lacandón trabajar por la declaratoria de la Selva Lacandona como patrimonio cultural mixto en la Lista de patrimonios de la UNESCO, ampliando con ello la corresponsabilidad para su cuidado.
El fomento de la economía de los pueblos tzeltal y chol de la comunidad Zona Lacandona, no debe estar centrada en el reparto territorial comunal, porque este reparto está establecido entre pueblos y no matemáticamente entre sus integrantes. La Selva es materia de convergencia que promueve la paz y la vida.

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