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Una vida con vidaCarlos de la Cruz Suárez

Jorge Éver González Domínguez/Chiapa de Corzo, Chiapas. jevergonzalez@hotmail.com

Poeta nacido en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, en febrero de 1986.

Miembro de la Asociación de Escritores Chiapanecos, vicepresidente internacional de la Organización Mundial de Trovadores, delegado de la Unión Brasileña de Trovadores, embajador de la rima Jotabé-México, miembro del movimiento Poetas del Mundo, de la Red Mundial de Escritores en Español, de la Red Internacional de Escritores por la Tierra y miembro de Escritores Independientes de Chiapas.

Para tener un desarrollo sostenible como parte de la naturaleza y la convivencia humana, construir una cultura de la paz y la no violencia es fundamental en nuestra sociedad y, desde las artes y la literatura, es posible contribuir con ello.

Prueba de esto es que, desde Colombia, se convocó al IV Concurso internacional “Mil poemas por la paz del mundo”, que junto con la Fundación Plenilunio y EscriturArte Ediciones, han estado promoviendo desde hace varios años y, para esta cuarta emisión del concurso en la que se dieron cita 532 escritores de todas partes del mundo, el escritor tuxtleco Carlos de la Cruz Suárez, representó a Chiapas obteniendo una distinguida participación, siendo finalista con el poema titulado: La encontré.

El profesor de la Cruz nos comenta que fue una agradable noticia enterarse que México, por medio de su poesía, pudiera estar en las primeras menciones del concurso; pero lo más importante, es lo que nos cuenta: “Por medio de la literatura se debe llegar a los corazones y pensamientos de los lectores, de los ciudadanos y ciudadanas que buscan la paz y la tranquilidad, para vivir en un mundo mejor. Que sea la poesía la paloma blanca que lleve el mensaje a todos los rincones y hogares del mundo, porque merecemos vivir en armonía; que sea la poesía una invitación a la emoción y la introspección hacia el amor propio, al autoconocimiento e identificarnos con el prójimo”.

El escritor manifiesta con este poema ganador, su inquietud respecto a la situación que se vive en varias partes del mundo, donde la violencia ha entrado hasta en los hogares; es por eso que debemos recuperar los espacios importantes, empezando por nuestra propia mentalidad, nuestro hogar, nuestras calles, plazas, escuelas y demás espacios, promoviendo y previniendo con nuestras acciones, con el fomento de los valores, con el diálogo respetuoso, con acuerdos mutuos de convivencia. Como bien indica el poema, hay que levantar la vida misma, curarla, para que podamos volar con esperanza.

El escritor y profesor de telesecundaria, nos prepara grandes sorpresas para los meses posteriores, en las que estará presentándonos su poemario infantil “Ricitos de luna”, el cual estará ilustrado por la artista Astrid Breiter y escrito en Rima Jotabé, además que se prepara la musicalización de estos versos que estarán siendo interpretados por el payasito consentido de todos los niños: Yinpin.

LA ENCONTRÉ

Cerca del río la encontré/ con una profunda herida en el vientre,

sola/ muda, con sus alas agotadas, / manchadas por el fango del rencor.

La levanté/como a la vida misma, /la curé bajo el olivo de la esperanza.

Fue así, como mi paz volvió a volar.

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