La Jornada
Madrid
El Museo Thyssen-Bornemisza decidió adelantar, por la situación de excepción que se vive en el mundo a causa de la pandemia de Covid-19, una exposición que tenía prevista para el próximo año y en la que se muestra por primera vez lo más selecto de su colección de obras del movimiento del expresionismo alemán.
Esta selección es, a su vez, una de las piedras angulares del acervo, no sólo por su importancia histórica, sino por lo que supuso en un momento histórico en el que las obras y los artistas de esta corriente vanguardista eran motivo de persecución y acoso del régimen nazi.
Entre esos artistas, quizá los más importantes son Vassily Kandinsky, Franz Marc, George Grosz, Emil Nolde, Paul Klee, Ernst Ludwig Kirchner o August Macke, que son también los más celebrados del movimiento.
La primera obra de arte contemporáneo que compró el barón Hans Henrich voz Thyssen- Bornemisza, el último miembro de esa saga familiar que a la postre se convirtió en uno de los coleccionistas privados más importantes del mundo, fue de un expresionista alemán: Joven pareja, de Emil Nolde.
El uso del color y de la forma, pero sobre todo su lenguaje, sacudieron los prejuicios del noble coleccionista, que hasta ese día mantenía a rajatabla la máxima de su padre, quien aseguraba que el arte había muerto en el siglo XVIII, por lo que a partir de entonces no se había creado nada digno de coleccionar.
La exposición Expresionismo alemán muestra 80 obras de enorme importancia histórica y artística que nunca se habían visto juntas y que forman parte de la colección del museo y del acervo personal de algunos de los herederos directos del barón Thyssen, pues, el Estado español adquirió en 1993 el grueso del legado de la colección privada.