Roque Gil Marín Vassallo
Comitán, Chiapas
Los ilustres Cronistas de la conquista española del territorio de Las Chiapas: Bernal Díaz del Castillo, Francisco Ximénez y Antonio de Remesal, así como el historiador Ángel M. Corzo y el Cronista de Tonalá, Chiapas, Gilberto Marín Rizo, asientan en sus obras de historia lo que de forma empírica tradicional representan las partes que forman nuestro bello Escudo de Chiapas, ¡pero no hacen una interpretación de sus caracteres exclusivos!
Todos ellos coinciden en la definición siguiente: “Sobre amplio campo de gules, dos cerros en medio de los cuales cruza un caudaloso río, todo de su color. Coronando la serranía del lado siniestro un castillo de oro y un león rampante, también de oro, arrimado a él. En la serranía del lado diestro, una palma de sinople, frutada, con otro león rampante arrimado a ella en la misma actitud y cubierto de oro”.
¿Qué significan estos elementos de la Heráldica? El campo de gules significa: Protección y Recompensa por el valor. Los dos cerros y el río: El Sumidero, donde los Chiapa se arrojaron al Río Grande, antes que rendirse a los españoles. El Castillo y su León: Perseverancia, Sacrificio y Heroísmo. La palma frutada y su león: el Valor de la antigua raza Tupí que vino del Paraguay y que después dio origen a los llamados Chiapas.
Cortando las ataduras que nos mantienen sujetos a nuestro pasado, pero conservando íntegramente su esencialidad y tomando como fundamento los elementos que el H. Consejo de Gobierno de la Villa Real de San Cristóbal de los Llanos, por medio del gobernador del territorio de Las Chiapas, Juan Méndez de Sotomayor, que con la representación de todos los Conquistadores españoles que sometieron a este territorio a la Corona hispana, solicitó al Emperador Carlos V, se le otorgara este escudo a este lugar, me atrevo a hacer la interpretación siguiente:
“Sobre un campo de gules o cielo rojo escarlata que representa la unión de dos sangres reales: la española o Malinche y la Chiapa o india, que generan una tercera: la mestiza o ladina, se alzan dos cerros cuyas faldas presentan abruptos pedregales emblemáticos de la Grandeza y el Poder; y que están separados en el fondo por las caudalosas aguas del Río Grande, de color azul representativo de la vida y la eternidad, formando un elevado Peñón: El Sumidero, y en la cima del cerro a la siniestra un castillo de oro, ícono del imperio español, sobre del que se posa un león de oro rampante, imagen del Monarca Carlos V: El Conquistador Conquistado. En la cima del cerro a la diestra, una Palma de sinople (Real) de oro, ícono del imperio Soctón o Chiapa, sobre la que se posa un león de oro rampante, simbólico del emperador indiano Nangularí; todos del mismo tamaño, a un mismo nivel y de un mismo color, que significa que el emperador hispano aceptó que ambos imperios eran iguales, de un mismo valor y de una misma grandeza, ya que luego de enfrentarse en múltiples batallas no hubo ni vencedores ni vencidos, manteniéndose ambos reinos en su plena Libertad y Soberanía, sin esclavos ni amos, porque al verse derrotados los Chiapa, decidieron arrojarse al precipicio para morir en Libertad con sus hijos y familiares, produciendo lo que se conoce como: “La Epopeya del Sumidero”, que se registró el 21 de enero de 1524, entre las tropas del adelantado capitán español Luís Marín Berral, y las huestes chiapanecas comandadas por el emperador Soctón, Gral. Nangularí, quien ordenó realizar este hecho heroico que nos llena de orgullo y de honra, y con el que ambos protagonistas alcanzaron la inmortalidad, por lo que la Corona Real de Castilla ciñe las sienes de ambos monarcas en la parte superior y los une como súbditos de un solo imperio”.
Este Escudo fue otorgado por el Emperador Carlos V, con fecha 1º. de marzo de 1535.
Salud.
