¿Sobrevivencia o venganza?
Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo
Cuarta cabañuela Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
Los pueblos originarios se reproducen emulando a los conejos. El primer lugar nacional lo poseen Tzotziles, Tzeltales, los hallas en todas las ciudades de Chiapas, en las capitales y centros turísticos estatales. Son identificables por su bella vestimenta. Reitero: he observado familias hasta con doce hijos. Su ciclo reproductivo lo inician a los catorce años, la educación tradicional mantiene a la mujer sojuzgada al patriarcado. Apenas saben las letras. No es de espantarse ya en las ciudades.
La familia ‘muégado’ otros llamarían, mezcla de solidaria y tóxica: no enseñan ni las tablas porque a los padres no les interesa saber. Su zona de confort es observar la televisión, amplificada por el celular. Lo he dicho desde 1990: estamos en la “nueva edad media del oscurantismo”. Se victimiza la ignorancia, se maligniza el conocimiento. Perseguido compartir conocimiento. Hay que cambiar el ‘Me reprobaron’, por el ‘No supe’; ‘Lo enfermaron’, por ‘Se enfermó’.
No necesitamos tasa de reposición. Es necesario salvar al mundo, la diversidad de la vida. Evitar crear resistencias a antibióticos: enfermarse, curarse o agravarse, simplemente son respuestas biológicas. De la misma manera, en el mundo son necesarios los depredadores para mantener la población, evitando el desequilibrio ecológico. Cada acción modifica tu ser y entorno, ¡evita que el medio te esclavice!
La pandemia no mitigó la sobrepoblación: nunca antes México tuvo 128 millones de seres humanos. ¡Hace un siglo éramos menos de 2 millones de mexicanos!
Lo evaden decir,
ignorarlo
es cultivar,
mantener la ignorancia.
Se evade abordar
a la ignorancia, auto destructividad.
Se vanagloria tener muchos hijos.
No solo es retrógrado,
rompe el equilibrio
de la cadena alimenticia.
¡Noticia, noticia de última hora! Messi tiene Covid. Y tú, ¿te estás muriendo de
diabético, gordura e hipercolesterolémico?
¿Vos, te cuidás?