Agencias
Diario de Chiapas
Aaron Rodgers tenía todo el derecho de llegar al campamento de entrenamiento de mal humor, especialmente al considerar que los Packers reclutaron a su posible remplazo, Jordan Love, en la primera ronda del draft de este año. Pese a ello y de acuerdo a los más cercanos a él, el quarterback ha sido todo menos una persona malhumorada en el campamento de entrenamiento y durante el largo receso de temporada en el que los jugadores tuvieron que tomar de forma virtual el programa de trabajo de primavera. Fue algo que mencionó primero el quarterback suplente Tim Boyle al inicio del campamento y que reiteró el ala cerrada Marcedes Lewis y Rodgers admitió esta semana que tienen razón.
“Como el receso de temporada en 2011, el tiempo extra benefició a quienes elegimos trabajar por nuestro lado y eso fue importante”, aseguró un reflexivo Rodgers. “Mientras más trabajamos en nosotros mismos y aprendemos a amarnos a nosotros mismos, más podemos amar a otros y cuando te sientes bien y con confianza y amas a otros, naturalmente eso te va a poner de buen humor.
“Mi calidad de vida ha sido muy buena, con base en decisiones importantes que he tomado”, agregó Rodgers sin detallar qué decisiones. “Sólo encontrar mi centro en estos meses raros de este receso de temporada, así que vine emocionado de ver a mis compañeros, de seguir construyendo relaciones con ellos y conocerlos. Tengo muchos amigos cercanos, pero siempre ansío ver a mis compañeros, ponerme al día y ver cómo les va”.
