Sasil, en modo desprecio ciudadano
En esta vida se cosecha lo que se siembra, y todo parece indicar que el desprecio y la burla que ha hecho Sasil de León Villard de sus gobernados empieza a obtener frutos negativos. La movilización ciudadana que se registró la mañana del viernes en la capital del estado, frente a las instalaciones del partido estatal Morena, tiene un mensaje que no requiere descifrarlo.
Bien podría decirse que alguno de sus archi adversarios aprovechó la ocasión para armarle un teatrito que, habrá que decirlo, bien ganado se la tiene esta mujer que se anda colgando del Dr. Pepe Cruz para hacerse presente en los mítines que el ex secretario de Salud realiza para encaminarse a la Cámara Alta.
Los que encabezaron la manifestación contra la senadora, a la que llamaron “de dedo”, no están muy contentos por lo abusivo que representa que Sasil continué con su política de incrustar a su parentela en los puestos públicos, sin que tengan el perfil y, sobre todo, que su ascenso provenga del esfuerzo cotidiano para ganarse el apoyo de los ciudadanos.
La burla de la familia, de colocarse en la nómina pública, es lo que tiene harto a la población. No conciben que haya un descaro total para apropiarse de los puestos de representación popular con la venia de las dirigencias nacional y estatal de Morena.
Que otra vez haya puesto a su hermana Itzel como su suplente es lo peor que pueden permitir los verdaderos morenistas y que fueron los que encabezaron, en primer plano, la protesta reciente donde le recordaron a la aún senadora “hasta de lo que se va a morir”.
Dieron cuenta que la transparencia en las acciones de la senadora y ex funcionaria estatal no es su fuerte, pues se le han descubierto acciones que están asentadas con el concepto de fraude, además de que también es mano larga, pues le gusta gastar a manos llenas el dinero que no es suyo, y de engañar al mismo Senado, para irlo a representar a eventos donde nunca fue invitada.
Todos estos señalamientos la tienen contra la pared, pues de no haber sido ciertos, ya hubiese desmentido a sus detractores, pero como el que calla otorga, pues no le queda más que aguantar los reparos.
La verdad es que más de 600 millones de pesos que andan en el aire, volando, tras no haberse aún transparentado su gasto cuando fue responsable del área de la mujer, en el periodo de Manuel Velasco Coello, bien valen la pena que digan y se desgañoten insultándola, como lo hicieron los morenistas en la manifestación en su contra.
Lo que dice la militancia del partido guinda es muy cierto: Qué acaso no hay gente capaz, con experiencia, y, sobre todo, honrada, que pueda encabezar la candidatura al Senado. Ahora qué participó como aspirante a la gubernatura de Chiapas, su nombre saltó a los escenarios de primer nivel, debido a la paridad de género, pero se vio a kilómetros que no posee la experiencia, capacidad y cualidades para ostentar un cargo de tal envergadura.
Lo peor del caso es que prevaleció más el hígado que la altura de miras para reconocer una derrota que se venía venir. Lo que dijo Ángela Jiménez el día de la marcha de los lamentos tiene mucho de razón: “Ella sólo viene a imponerse, por eso creemos que no ha hecho nada por las chiapanecas cuando ha ostentado otros cargos”.
La diferencia se vio justamente en los últimos actos partidistas donde seis partidos le refrendaron ciegamente su apoyo a Eduardo Ramírez Aguilar, y el pasado sábado, los dos que andaban peleando su supervivencia, Fuerza por México y Popular Chiapaneco, se unieron al respaldo que Morena le dio con los resultados de las encuestas.
A Sasil de León le falta humildad, carece de la sensibilidad política para encabezar proyectos mayoritarios y de gran calado. No se minimiza su condición de mujer, sino su oportunismo para intentar sacar provecho para su familia. Menos mal que el apoyo y sus gestiones fueran para los chiapanecos, pero, no. Esta clase de ayuda no está en su diccionario, lo que si contempla es la ambición, el aprovechar al máximo de donde pueda sacar raja.
Por ello no hay que cantar victoria adelantada, pues si ayer ya tenía programado como asaltar la curul del Senado, dejando a su familia, hoy debe ocuparse en recuperar esa imagen “intachable” que tenía apenas hace un par de meses, cuando presumía que se había sacado la lotería, rumbo al gobierno de Chiapas, solo porque se tomó fotos con el jefe del Ejecutivo federal y cacareaba su amistad con la candidata de la colación Juntos Haremos Historia a la presidencia de la República.
