Elecciones, sin viso de violencia; sólo los ya conocidos
Se está a cuarenta días de las elecciones en nueve entidades del país para elegir alcaldes, diputados locales, federales, senadores y la presidencial. No es para menos que, aunque no se diga y se minimicen los problemas de inseguridad, a la autoridad gubernamental le preocupa y ocupa, conforme va llegando el día, que no continúen los escenarios violentos.
Los conflictos entre organizaciones criminales por controlar territorios, como se ve en la práctica, los territorios electorales es una serie amenaza que se atiende con pinzas, pues si en los últimos cinco años se ha puesto en práctica la política de abrazos no balazos, ésta no se modificará al cuarto para las doce.
México tiene ante sí una gran apuesta por realizar elecciones limpias y confiables, situación que indudablemente no sucederá, y no se trata de ser pesimista, pero los conflictos internos entre el partido en el poder Morena y sus aliados, PVEM y PT, y la división generada en los municipios, son parte de este engranaje que está en duda funcione a cabalidad.
En el país los focos rojos de violencia están al día, el miedo entre la población puede ser un factor que decida el que se tenga una votación copiosa o que gane el abstencionismo, y justo este proceder, tiene que pintarnos el escenario sobre qué se desea y es justamente vivir en paz, poder salir a las calles como en antaño, sin preocupaciones.
Parece chiste, pero no lo es, eso de que antes los hijos pedían a los padres permiso para salir por las noches sin que ello representara un problema para su seguridad, hoy esta “modalidad” está en “chino”.
Por ello, corresponde a los mexicanos y chiapanecos, salir en día de la jornada electoral y votar para darle legitimidad a un proceso y al mismo tiempo, la responsabilidad a quien gane para que enderece el rumbo del país.
Hoy en Chiapas el escenario, a simple vista, no parece tan rijoso como en procesos anteriores, pero ahí está el problema. Los partidos políticos y sus dirigencias deben priorizar el diálogo, la negociación para no provocar más fracturas internas.
Está claro que no es lo mismo ver el escenario a larga distancia, desde un escritorio y desde la capital de estado. Por eso dijimos que los verdaderos problemas que haya en los municipios y comunidades deben abordarse de inmediato. Ya no hay más tiempo para dejar pasar lo que pueda representan un escenario de violencia.
Los órganos electorales que trabajan al día en los distritos y municipios tienen una radiografía de lo que realmente está sucediendo en estos momentos en todo Chiapas y es acá donde los partidos políticos, la Secretaría de Gobierno y los diputados del Congreso del Estado deben trabajar para encabezar negociaciones y resolver los problemas prevalecientes en ciertas zonas.
El INE, bajo su presidenta de la Junta Local Ejecutiva del INE en Chiapas, Claudia Rodríguez Sánchez, sostiene que hay problemas, pero éstos no son nuevos, tienen ya un historial y eso los vuelve más peligrosos.
El problema se visualiza con el impedimento que hicieran a algunas secciones distritales porque no había condiciones de seguridad para los trabajadores. Es el caso de Amatenango de la Frontera; en Honduras de la Sierra o en el municipio de Tila, y en la comunidad La Candelaria, de San Cristóbal de Las Casas, donde se reportaron complicaciones para llevar a cabo este proceso.
En un informe, el INE abordó el tema del municipio de Chicomuselo, donde precisa que las condiciones de enfrentamientos entre grupos delictivos y la presencia de retenes “complicó los trabajos, y en algunos casos hizo imposible que los trabajadores del órgano electoral” llevaran a cabo los recorridos.
Si como dice el INE que desde el 2015 hay un seguimiento particular a los conflictos políticos y sociales, que han derivado en la quema y el robo de urnas, en zonas específicas, es grave que la autoridad no haya hecho nada por destrabar los conflictos añejos como en Honduras de la Sierra donde un grupo de pobladores quiere volver a pertenecer al municipio de Siltepec y otros, no; en Pantelhó dos grupos (El Machete y Los Herrera) buscan tener el control absoluto, lo que genera una situación de riesgo.
En Oxchuc el tema puede salirse, de nueva cuenta, de control, debido a que ellos no quieren instalación de casillas, sino la elección a mano alzada de quienes serían sus autoridades municipales. A como han presionado no dude que eso se hará, pero el tema es que quedan en la orfandad las candidaturas de diputado, senadores y presidencia de la República.
