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Letras Desnudas

Mario Caballero

Me considero un demócrata liberal. Por tanto, me gusta que en cada periodo electoral exista pluralidad de ofertas, propuestas y proyectos a escoger. Entre estos alguno nos convencerá y uno que otro llenará nuestras expectativas. En consecuencia, votaremos por el personaje que mejor se ajuste a nuestras aspiraciones. Pero lo que se me hace una barbaridad es que haya políticos que quieran vernos la cara de tontos.

No dejemos que nos mientan. El engaño es una forma clara de abusar del poder. Todos los políticos, o la mayoría de ellos, lo hacen de una forma u otra. Nuestra obligación, en los medios de comunicación, es estar atentos para desenmascarar la farsa para que nos vendan espejitos con choros mareadores.

En 1946, George Orwell, uno de mis autores favoritos, escribió un excelso ensayo titulado La política y la lengua inglesa, en el que criticaba el deterioro de la lengua y la relacionaba con la absurda justificación que algunos hacían de los sistemas totalitarios.

Para el autor de 1984 y Rebelión en la granja, había que evitar el fraude y los eufemismos en la política. Así lo expresaba: “El lenguaje político […] está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas, para que el asesinato sea respetable y para dar la apariencia de solidez al viento puro. Uno no puede cambiar todo esto en un santiamén, pero puede, por lo menos, cambiar sus propios hábitos, y de tiempo en tiempo, si uno abuchea lo suficientemente fuerte, incluso puede mandar ciertas frases gastadas e inútiles […] al basurero donde pertenecen”.

FARSA TRAS FARSA

Hoy abucheo a Freddy Escobar Sánchez por decir urbi et orbi que él ha promovido el bienestar de la sociedad tapachulteca con proyectos de vivienda y regularización de la tenencia de la tierra. Para nada.

En primer lugar, lo único que hizo fue administrar los programas destinados a solventar las necesidades de vivienda en la entidad. Segundo, no puede llenarse la boca diciendo que logró el bienestar de miles de familias cuando mencionados programas operan con recursos públicos. Es decir, no lo hizo con su propio dinero, sino con el de los contribuyentes.

Tercero, y no menor en importancia, existen serios cuestionamientos sobre su desempeño al frente de la Promotora de Vivienda Chiapas. Inclusive, su gestión estuvo salpicada de señalamientos por corrupción, malversación de recursos públicos, tráfico de influencias y nepotismo.

Tapachula es un municipio enorme y de gran relevancia política, económica y social. No por nada es la segunda ciudad más importante de Chiapas. Y por ende es una localidad pletórica de necesidades y con muchos problemas, como la inseguridad, violencia, marginación, pobreza, insuficiencia de servicios públicos de calidad y, en ese escenario, falta de acceso a una vivienda digna. De hecho, el 14.8 por ciento de la población total carece de espacios de la vivienda y casi 35% no tiene los servicios básicos en el hogar, según el Coneval.

Por tanto, ¿de qué habla Freddy Escobar?

Por otro lado, están los defensores a ultranza que propalan que el extitular de  Provich es “gente buena”, “comprometida”, “un servidor público ejemplar”, quien es el “único que muestra un compromiso serio por el progreso y el desarrollo de Tapachula”. Vaya usted a creerles. Los más cautos refieren que es el funcionario que le entregó mejores resultados al gobernador Rutilio Escandón Cadenas.

También estos son argumentos falsos.

Que sea “gente buena”, tal vez lo digan porque Freddy Escobar esté cabal de salud, pero de ahí a que se trate de una persona “comprometida” y “un servidor público ejemplar” no tiene ninguna base confiable.

Desde 2021, incluso antes, comenzaron a correr los rumores que Freddy tenía su mirada en la presidencia municipal de Tapachula y que, por lo mismo, utilizaba los recursos, programas y atribuciones de la dependencia a su cargo para promocionarse políticamente.

Fuentes a esta columna revelaron que hacía campaña política en el municipio con la entrega de láminas y paquetes de materiales, acción que según él era parte de un compromiso humano y solidario con el pueblo chiapaneco.

No es todo. Lo acusan hasta de condicionar el otorgamiento de escrituras públicas a familias de escasos recursos en todo el estado, así como los créditos hipotecarios. Para mayor inri, realizaba la regularización de predios a su conveniencia. Pues hay testimonios de que presionaba a la gente con que si no operaban políticamente a su favor en los barrios, colonias y ejidos de la localidad, los dejaría fuera de la lista de beneficiarios.

Orwell afirmaba que el desaliño del lenguaje promovía pensamientos estúpidos y una política deshonesta. Prueba de ello es la supuesta justicia social que según Freddy Escobar hizo a muchas familias en la entidad con la construcción de viviendas a personas afectadas por el terremoto de 2017. Sin embargo, se comenta en los corrillos políticos que él se hizo de una gran fortuna a través de la entrega de viviendas del Programa Nacional de Reconstrucción.

Por si fuera poco, socios del Colegio de Notarios Región Costa lo acusan de violar el convenio signado en 2019 en el que se contemplaba el reparto equitativo de la escrituración de viviendas para que todos los notarios tuvieran trabajo durante el periodo de pandemia. No obstante, Freddy Escobar concentró todo en uno solo, fomentando con ello la corrupción, el tráfico de influencias y el nepotismo.

TURBIO PASADO

Empero, nada de lo dicho anteriormente debería sorprendernos. Freddy Escobar está catalogado por haber sido siempre un servidor público corrupto, oportunista y traicionero, quien además tuvo la necesidad de huir del estado un par de veces para no ser aprehendido.

La primera vez en 2007. Su amigo Ángel Barrios Zea había sido detenido por el delito de peculado a la hacienda pública municipal por más de 117 millones de pesos, por lo cual fue puesto bajo proceso en el penal conocido como El Amate, en Cintalapa. Freddy Escobar, quien había sido uno de sus colaboradores más cercanos en ese trienio, simplemente huyó.

La segunda vez en 2013. El también exalcalde de Tapachula, Emmanuel Nivón González, fue detenido por elementos de la policía durante la madrugada del domingo 24 de marzo de ese año mientras convivía con sus amigos en el bar conocido como “El jacalito” y puesto a disposición de la extinta Procuraduría General de Justicia del Estado por presuntos actos de desvío de recursos públicos.

Freddy Escobar desempeñó el cargo de secretario municipal en esa administración, de la que salió señalado de dar malas cuentas a la ciudadanía.

Hoy, obviamente, desconoce haber tenido algún vínculo con esos dos expresidentes municipales, pero ahí está la historia, registrada y a la vista de todos.

Total, traicionó a sus amigos, igual que como traicionó a Ismael Brito Mazariegos en el reciente proceso interno de Morena. Brito abogó por él para que asumiera la titularidad en Provich, lo protegió y lo sostuvo en el cargo, pero Freddy terminó operando a favor del doctor Pepe Cruz. ¿Así o más desleal?

En fin, que nadie se deje manipular por Freddy Escobar que nos quiere vender espejitos con frases gastadas e inútiles. Al contrario, abuchéelo. Tal como lo recomienda Orwell.

yomariocaballero@gmail.com

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