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Panorama

Alejandro Espinosa Herrera*

Tuxtla. Agua pasaba por mi casa

Chiapas es uno de los estados con más agua dulce, no sólo de México, sino en el mundo. Posee 81 cuencas hidrográficas, aporta 30% del agua dulce del país y es una de las 10 regiones del mundo con mayores reservas de agua subterránea.

Al igual que Chiapas, en Tuxtla hay agua. Nuestra ciudad está rodeada de ríos, y cada año en época de lluvias todo se inunda. La precipitación anual es de casi 900 mm al año. A pesar de esto, el agua es cada vez más escaza en Tuxtla.

Cada vez es más común que casas o colonias enteras no tengan acceso a agua potable y tengan que surtirse por pipas, o que el agua solo llegue unos cuantos días a la semana. Igualmente, negocios comerciales u hospitales tienen que hacer uso de pipas para poder satisfacer su demanda diaria de agua. Esta difícil situación afecta a toda la población, independiente del estrato socioeconómico, es una fuente de pobreza y es un impedimento para el crecimiento.

¿Por qué hace falta agua? Obviamente el crecimiento de la población y la pésima planeación urbana de la ciudad son factores para que haya menos agua. Somos más y desafortunadamente se construyeron colonias, tanto de clase alta como baja, en lugares inadecuados como las orillas de la ciudad donde no existe la infraestructura. También la contaminación de ríos y cuencas hidrográficas ha afectado la disponibilidad. El cambio climático es una realidad y hoy llueve menos que hace 10, 20 o 30 años.

Sin embargo, el principal factor para la falta de agua es la falta de inversión en el sistema municipal de agua potable, también conocido como SMAPA. Hace algunos años trabajé en un reporte que analizaba la situación del agua en Tuxtla. Uno de los principales resultados de dicho estudio fue que en Tuxtla se perdía el 30% del agua potable. La razón de esta pérdida se debía a fallas, fugas y mala calidad del sistema de distribución.

Al igual que muchas otras cosas en Tuxtla que se hicieron mal en las ultimas administraciones municipales, ha habido un triste manejo en SMAPA y poca o mínima inversión. Hoy, el SMAPA está quebrado y esta quiebra se nota en la falta de agua en la ciudad.

La falta de agua debe de importarnos a todos, en particular si queremos un mejor futuro. Las últimas 3 columnas las he escrito proponiendo un futuro mejor y proponiendo soluciones para lograrlo. Sin agua, no hay vida y no puede haber futuro alguno. Afortunadamente tenemos el mayor activo que puede permitir un desarrollo, y este activo es cada vez más escaso en todo el mundo.

Durante el siglo XX, el petróleo fue lo que movió al mundo, y muchas guerras se pelearon por su control. Si nuestro país es hoy una de las 20 economías más grandes del mundo, es gracias al petróleo. Lo que va a mover al mundo los siguiente dos siglos es el agua, no por nada ya se le está llamando el oro azul. Estados Unidos y China ya se están peleando por su control en África y en América del Sur.

Chiapas y Tuxtla tienen la fortuna de contar con ella. Y la tenemos a borbotones. Pero la estamos desperdiciando. Si queremos ser un estado y una ciudad de primer mundo, necesitamos saber aprovecharla.

Se requiere inversión pública y privada en nuestro sistema de distribución para eliminar las fugas, pero también para invertir en su purificación y limpieza. Tristemente nuestra agua está contaminada y casi no hay tratamiento. Al igual que en el resto del país, el agua que sale de la llave no se puede tomar. Esto es lo primero que debemos de cambiar.

Contamos con el capital humano para presentar un plan de manejo de este oro azul que permita que la usemos de manera sustentable y que la podamos ofrecer como el principal activo de nuestra ciudad, bajo la cual podamos apalancarnos para el desarrollo.

*Doctor en Economía Política por la Universidad de Oxford, Inglaterra.

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