A. Marroquín / Diario de Chiapas
Por una mala planeación y logística del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, miles de ciudadanas y ciudadanos se han visto afectados por el cierre de vialidades en la zona poniente de la capital.
A seis días de haber iniciado el año, el tránsito vehicular sobre el boulevard Belisario Domínguez y calzada Ciro Farrera ha sido intenso por el cierre temporal de la calle Laureles que da al boulevard Laguito y a la carretera Chicoasén.
Además de este bloqueo, la población ha manifestado su molestia por el cierre del boulevard Belisario Domínguez y periférico norte poniente —crucero del Parque Caña Hueca—, punto donde se embotella aún más el tránsito vehicular, ya que el bloqueo deja sin acceso a la prolongación de la 5° Norte y Libramiento Norte, a la altura del crucero de la Jícara.
Bajo el mensaje: “Estimado ciudadano disculpa las molestias que esto puede ocasionar”, han sido miles de automovilistas, choferes y usuarios del transporte público los que han manifestado su molestia, y soportado desde el 29 de diciembre de 2020 el cierre de las vías de comunicación.
De acuerdo con información de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Tuxtla Gutiérrez, no hay fecha exacta para que las principales vialidades de la zona norte-poniente de la capital sean rehabilitadas, ya que los trabajos de obras públicas continúan.
