Pepe Rey / San Cristóbal
La Asociación Civil Muuch Kambal dio a conocer que las lluvias del 31 de mayo al 6 de junio dejaron alrededor de 6 mil viviendas afectadas en la entidad y entre Campeche, Yucatán y Quintana Roo, a más de medio millón en situaciones precarias.
Luego del paso de las tormentas “Amanda” y Cristóbal, Leydy Pech integrante de la Asociación Civil, ha informado que ese ha sido el saldo, tras inundaciones, afectaciones a carreteras y el cierre al acceso a varias comunidades. “Actualmente las comunidades indígenas somos los que estamos expuestos y más vulnerables a estas afectaciones, por la violación a los derechos de los pueblos indígenas”.
Explica que los pueblos indígenas que viven en Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán por cientos de años han desarrollado diferentes prácticas que promueven una relación de respeto con la Tierra y los recursos de ésta, además forman parte de su identidad e historia; no obstante, hoy están seriamente afectados.
Apunta que los impactos apenas se están contabilizando, pero el estado en el que se encuentran muchas de las comunidades crea altos riesgos de problemas de salud, incluyendo enfermedades transmitidas por mosquitos, en especial por tener la región un incremento en el caso de dengue en este momento, padecimientos gastrointestinales o dermatológicos y el aumento de infecciones por Covid-19.
“Las previsiones económicas son también muy graves, pues más de 80 por ciento de los cultivos en la región se han perdido totalmente, tanto para consumo de las propias familias, como para su comercialización, la apicultura, actividad productiva que en la zona representa el ingreso principal para más de 18 mil familias, ha sufrido pérdidas en sus activos que afectarán la producción anual en la región en aproximadamente 120 millones de pesos”, suscribe.
En respuesta a la crisis, un grupo de OSC, en coordinación con organizaciones comunitarias y autoridades locales, aseguró tras hacer recorridos en todas las comunidades de la región para conocer las necesidades de los hogares, entregaron insumos alimenticios a más de 15 mil familias.
Finalmente, hacen un llamado para que de manera coordinada con representantes de la población indígena en la zona, las entidades públicas responsables de la respuesta, garanticen la atención inmediata de las necesidades básicas de la población, fortaleciendo la inversión, en términos de alimentación y salud.