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Caza el Inami a migrantes en los límites de Chiapas y Oaxaca

  • Con operativos de detención sigilosos, separa a familias y dispersan a extranjeros de vuelta a municipios del sur de Chiapas

José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas

Chiapas.- Migrantes se han estancado en los límites de Chiapas y Oaxaca, a causa de la intensificación del cinturón de detención que en Instituto Nacional de Migración (Inami) ha implementado en esta región.

Muchos extranjeros que avanzaron en las recientes caravanas y fueron asegurados por la instancia migratoria, fueron retornados a Tapachula y otras localidades del sur de la Entidad, según ha denunciado el activista Luis García Villagrán, quien denunció las acciones de retención y abuso que el Inami efectúa en contra de la comunidad migrante.

La presión de las autoridades migratorias ha dejado varados a extranjeros provenientes de todo Centroamérica y Sudamérica, que ahora están situados en municipios como Arriaga, en Chiapas, y Chahuites, Oaxaca, donde los operativos sigilosos del gobierno mexicano han incrementado, según la denuncia de los propios migrantes.

Apenas el pasado lunes, un grupo de a menos 700 migrantes atravesó los límites de ambas Entidades para intentar avanzar hacia el centro del país. En ese momento no hubo ningún tipo de cerco de retención, pero kilometros adelante familias comenzaron a ser enganchadas por agentes de Migración, con la promesa de tramitar sus permisos, lo cual resultó un engaño porque han sido retornados a Chiapas.

En Tapachula, migrantes permanecen a la espera de poder volver avanzar. Paola Suárez, una venezolana que avanzaba por Oaxaca, fue regresada en fechas recientes y ahora se ha empleado en un trabajo de medio tiempo para subsistir.

“Me regresaron, yo ya estaba llegando más arriba de San Pedro (Tapanatepec) y de allí me devolvieron, me sentí muy mal porque sabía que no me deportarían a mi país, sino que me dejarían donde inicié a caminar en Tapachula”, relató.

El caso de Paola se replica en muchos migrantes que ahora tienen que dormir en las calles o albergues de la localidad, sin que el Inami active la atención a los solicitantes de permisos.

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