- Tres empleados del SAT extorsionaban a transportistas para obtener dinero
Soydi Rodríguez / Corresponsal Diario de Chiapas
Catazajá, Chiapas.- Dos hombres y una mujer, todos empleados de la Secretaría de Administración Tributaria SAT de la Secretaría de Hacienda, en la aduana Dos Bocas, ubicada en el municipio de Catazajá Chiapas, delataron sus operaciones de corrupción al interior de esta institución.
Y es que el conductor de un pesado camión, cuya carga superaba las tres toneladas de azúcar, fue objeto de un presunto acto de corrupción, por parte de dos masculinos, cuya función es la de verificar e inspeccionar el paso legal de productos, subproductos, artículos y otros, que deben acreditar su legalidad para la actividad comercial.
Allí los dos trabajadores, pararon el vehículo, le indicaron al conductor, después de la inspección que tenía que cubrir una «cuota voluntaria», de 5mil pesos, a lo que accedió y fue a través de una transferencia de 2mil 500 pesos cada una, a nombre de una mujer, que se hizo el depósito, acusó el afectado.
Sin embargo, la ambición de estos empleados fue mucho más allá y exigieron una suma más fuerte, porque de lo contrario amenazaron al chófer con fiscalizar la carga y decomisarla, bajo los argumentos de ley, sin embargo, esto sólo provocó la molestia del transportista, quien solicitó el apoyo de una organización social.
Al lugar se movilizaron más de 500 integrantes de Pueblos Autónomos en la Defensa de los Usos y Costumbres PADUC, que se manifestaron en solidaridad del transportista y exigieron a los dos deshonestos trabajadores de la aduana, la devolución del dinero, pero fueron varias horas de espera que se hizo, hasta la aparición de los superiores y jefes de estos empleados.
En una mesa de diálogo, se logró saber que los dos hombres y la mujer, estaban involucrados en este acto presunto de extorsión, quedando en total evidencia el proceder de corrupción, además se vieron obligados a regresar el monto exigido y dejar libre el paso de la carga y el vehículo.
Cabe señalar que la organización PADUC, logró destapar la ola de corrupción en la aduana, que no era un secreto para nadie y que del que seguramente, los responsables en la objetividad si tienen conocimiento, pues la flexibilidad que esta vez mostraron para reconocer, aceptar la devolución del dinero, los coloca en tela de juicio, no obstante si se habla de 5 mil pesos por vehículo, multiplicado por los centenares que transitan diariamente y a su vez a la semana, mensualmente y finalmente al año, representa un jugoso negocio millonario, que sin duda alguna deja embarrado a más de uno, en esta institución y en otras que presuntamente podrían estar coludidas.
