- Reportan restauranteros de Las Escolleras nulas ventas y cierre de algunos negocios ante el bajo flujo de turistas
José Cancino / Corresponsal Diario de Chiapas
Tapachula, Chiapas.- En playa Las Escolleras el viento silba con desolación. Más que un sitio en ruinas, es una zona fantasmal, que por muchos años fue el motor de subsistencia de familias alojadas en esta parte del litoral chiapaneco. La pandemia y las constantes caravanas migrantes, han sido el nocaut para los palaperos que, de estar en la cima de ventas con sus platillos exóticos del mar y servicios turísticos, ahora carrerean detrás de cualquier vehículo que merodea en el sector para hacerse de esos clientes sobre ruedas.
Más allá de los pocos visitantes que llegaban por ramilletes todos los días, las autoridades se han olvidado también de brindar atención a casi una treintena de comerciantes.
Alicia Rivera, representante del grupo de palaperos en esta playa de Puerto Madero, explicó que el golpe ha sido duro debido a que las carreteras se han visto colapsadas por grupos de extranjeros que exigen al gobierno mexicano permisos de tránsito, pero una de esas repercusiones es que dejan varados a turistas provenientes de otras regiones de la entidad que buscan llegar a disfrutar del mar y su gastronomía.
“La gente que antes nos visitaba ya no viene, porque, aunque ya no haya bloqueos dejan de viajar ante el temor de que en cualquier momento se topen con una situación de estas que los pone en riesgo también, eso ha generado que las ventas estén malas y no haya manera de recuperarnos”, dijo.
A esta dura losa se suma que los impuestos han aumentado. Es decir, sale mucho dinero y entra poco, lo que ha propiciado también que algunos de los agremiados tengan que cerrar sus negocios ante la incompetencia por mantener a empleados e insumos en este giro de comercio.
“La caída cuando fue la pandemia fue hasta abajo, llegamos muchos a cerrar negocios y algunos aguantamos, comenzamos a levantar en lo económico, pero cuando comenzaron los bloqueos esto se vino abajo”, señaló.
La estela de afectación no ha sido propia. Ha alcanzado a unos 28 propietarios de este gremio sólo en Las Escolleras, pero también a otros de San Benito, el propio Puerto Madero y Playa Linda, que también resienten las afectaciones en el bolsillo.
Don Fidel Landa, otro de los empresarios dedicado al ramo turístico y gastronómico en Puerto Madero, ha subrayado en distintas ocasiones que la falta de apoyos, bajas ventas y hasta la situación de cambio climático que repercute en la escasez de algunas especies de mar, impiden que tengan estabilidad en el flujo comercial en esta parte de Tapachula.
Ambos palaperos coinciden en una cosa: se trata de una prueba de resistencia que pocos aguantan, en la cual han tenido que involucrar a familia para las labores que antes hacían lugareños de Puerto Madero y que ha acabado con las oportunidades de empleo.
A pesar de todo, esperan que para diciembre la situación cambie, con la llegada de gente local y nacional. “Tenemos la confianza que esto se va a superar”, pronostican a ojo de buen cubero, como lo hacen cuando sin ápice de error las tormentas de mar azotan.
