Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
En febrero de 2022, revisando los circuitos circulatorios corporales, me preguntaron: ¿Qué es la estructura en forma de puño con cuatro cavidades, dos coloreadas de color rojo y dos de color azul? Dije: “Es el corazón”.
La significativa pregunta la capté en tercer año de primaria, a través de las primeras imágenes de libros de texto gratuitos. Han pasado 60 años y la pregunta sigue siendo novedosa, al ser ignorada a consecuencia de la obsolescencia de la instrucción mediante la lectura de libros.
El corazón es el primer órgano en funcionar y el último en dejar de hacerlo. Es muscular, situado en el tórax, dividido en cuatro cavidades: dos de entrada o aurículas y dos de salida o ventrículos, bombeando la sangre a través de arterias y venas, llevando oxígeno a todas las células del organismo, para el intercambio de oxígeno; que se realice la respiración mitocondrial, es la verdadera respiración. Las venas retornan la sangre hasta el corazón, cargada de dióxido de carbono, bombeado hacia los pulmones para realizarse el intercambio gaseoso.
La integridad del sistema cardiocirculatorio, constituido por arterias, venas y capilares, mantiene la vida.
El deterioro vascular lleva a la muerte celular, a la ateroesclerosis, hipertensión, infartos cerebrales, falta de circulación y extremidades, conllevando a las amputaciones, daños renales, que llevan a la insuficiencia renal y finalmente a la muerte.
El mantenimiento de tal sistema se realiza a consecuencia de tomar alimentos que impiden que salga el exceso de grasa en forma de placas de colesterol, que lleven a la muerte.
Siempre es necesario volver a explicar esto desde cero, para que no se olvide que quien no tiene un sistema cardiocirculatorio sano, carece de salud.
El daño producido por el covid-19 ha demostrado que muchas veces puede ser asintomático, pero los ardores -sensaciones de quemazón a nivel destendida- nos indican que podemos haber tenido microtrombos.
Pueden llevar a la destrucción de nuestras extremidades; otro escenario es que se desprendan y lleguen a los pulmones: trombosis pulmonar y muerte; que lleguen a los riñones, provocando infartos renales; o al cerebro, infartos cerebrales con los cuales llegamos a destruirnos.
Es imperativo que todo ser humano, sin importar el grado de educación, aprenda lo expuesto para mantener su salud. Es el equilibrio de lo físico y lo mental, del conocimiento del medio ambiente y lo social, para poder mantener la biodiversidad del planeta.
Como siempre, les dedico estas disquisiciones a las personas ávidas de conocimiento, a los eternos estudiantes de la verdad.
Comparemos la circulación y el saber.
Continuará…
