• Spotify
  • Mapa Covid19

La firma autógrafa más antigua de Miguel de Cervantes Saavedra

(Segunda y

última entrega)

Cervantes, esclavo argelino liberado por los muy reverendos padres fray Juan Gil, procurador general de la Orden de la Santísima Trinidad y Redención de Cautivos, y fray Antón de la Bella, ministro del monasterio de la Santísima Trinidad de Baeza.

El nuevo documento del 31 de mayo de 1580 en Argel es sobre la evaluación de las mercadurías -realizada ante Hasán Bajá III, el alamín, su justicia mayor, y otros oficiales- traídas por Juan Gil y Antón de la Bella para venderlas y emplear su importe en la redención de cautivos:

“25 velartes de Baeza: tasado cada uno en 190 doblas que valen… 4.750 doblas

17 palmillas de Baeza: tasada cada una en 110 doblas que valen… 1.870 doblas

13 veintidosenos de grana y cafolla: tasado cada uno en 114 doblas que valen… 1.820 doblas

18 veintidosenos de La Montaña: tasado cada uno en 100 doblas que valen… 1.800 doblas

19 catorcenos, dieciochenos y veintidosenos de Alcoy: a 50 doblas que valen… 950 doblas

7 paños de polvo: tasado cada uno en 180 doblas que valen… 1.260 doblas

6 frazadas de polvo: tasada cada uno en 40 doblas que valen… 240 doblas

24 frazadas grandes de cafolla y 18 pequeñas: a 25 doblas cada una que valen… 1.050 doblas

54 onzas de aljófar de cadenilla: tasada cada una en 33 doblas que valen… 1.782 doblas

Toda la dicha tasación suma 15.522 doblas” (J. Villalmanzo. «Fray Juan…», doc. 45).

Otro nuevo testimonio hace referencia a los escudos de oro que fray Gil logró introducir en Algezira sin darlos a conocer a Hasán Bajá III, cuya ocultación pudo costarle la vida a Juan, tomando en cuenta la avaricia de Hasán Bajá III por la moneda española en oro, y cuya plata daba Gil a los cautivos, incluso a Cervantes y a Antonio de Sosa para su mantenimiento y acciones de sabotaje y espionaje contra los otomanos. Su tenor es el siguiente:

“Oro y perlas no registrados.

Además de lo cual que dicho es que se manifestó en mercadurías, dineros y perlas, sus paternidades metieron ocultamente en la dicha ciudad de Argel 2.415 escudos en oro por evitar y redimir la costa y derechos del rey argelino y oficiales y aumentar la redención y porque fueron advertidos en Valencia que convenía así porque los rescates que se habían de hacer del dicho rey de Argel había de ser la paga en escudos de oro en oro. Y así pareció porque el alcance que hizo a sus paternidades y pagado de sus derechos no quiso recibir en otra moneda ninguna sino todo en escudos, y no trayéndolos fuera mucho el daño y costa y trabajo de buscarlos. En los cuales 2.415 escudos de oro entraron los 1.000 escudos de oro que recibieron en Valencia para pagar el rescate de don Francisco de Meneses y la libertad del doctor Bezerra, lo cual se advierte no para cargarse de ellos por cuanto le está fecho cargo como consta de las partidas de su cargo, sino para satisfacción y relación verdadera de lo que realmente se metió en la ciudad de Argel para hacer la dicha redención” (J. Villalmanzo. «Fray Juan…», doc. 48).

El nuevo documento, elaborado en junio o julio de 1580 en Argel, patentiza las limosnas entregadas por Juan y Antón a Antonio de Sosa, mentor de Miguel, y otros religiosos cautivos necesitados: “limosnas que dieron al doctor Sosa y otros frailes y cautivos necesitados: 24 doblas que fueron maravedís 5.000” (J. Villalmanzo. «Fray Juan…», doc. 49). Con certeza, este documento legal echa por tierra las ideas más extrañas y honestamente falsas que han surgido a lo largo de la biografía cervantina, propagadas por algunos cervantistas, quienes afianzan que Cervantes y sus amigos hacían negocios sucios para conseguir el dinero. En vista de ello, surgen las siguientes preguntas: ¿por qué circulan estas teorías descabelladas, cuál es su meta, y por qué se permite su publicación?

En consonancia con el nuevo documento del 7 de noviembre de 1580 en la «la Ciudad de las mil Torres», redactado en lengua valenciana, Nadal Monserrat aconsejó que se interrogara a dos caballeros del estamento militar: Miguel de Cervantes y Diego de Benavides, quienes habían venido de Argel y habían visto al pescador Jeroni Planellas, esclavo del arráez Mamixa, para aclarar que la testificación de Agostí Esquer, quien acusaba a Monserrat y otros mallorquines de homicidio, era falsa.

A continuación, según el nuevo documento del 8 de noviembre de 1580 en «el Cap i Casal», “Miguel de Servantes, cavaller, habitador e natural de Alcalà de Henares, resident de present en València” (J. Villalmanzo. «Nuevos…», 367-68), testificó ante el Justicia Criminal de Valencia sobre la situación de Planelles, al que se daba por muerto en Valencia, y firmó su declaración como “Miguel de Cerbantes”, que es la firma autógrafa más antigua hasta la fecha, guardada a lo largo de 442 años en el Archivo del Reino de Valencia.

En resumidas cuentas, le felicito al excelentísimo historiador Jesús Villalmanzo Cameno por el descubrimiento de dichos diamantes históricos para la Historia de Arévalo, Argel, Baeza, Madrid y «Valentia Edetanorum» que deberían ponerse en los papeles, rectificando así los desmedidos desaciertos en las enciclopedias, libros de enseñanza, y revistas electrónicas.

De igual modo, le agradezco su ejemplar colaboración a mi querido amigo Jesús Villalmanzo Cameno, «détective d’excellence» de la documentación de Cervantes, Juan Gil, y Antón de la Bella, magníficos trinitarios, a quienes siempre quedamos en perpetua deuda de gratitud por haber rescatado al «Príncipe de los Ingenios», su hermano Rodrigo de Cervantes y centenares de héroes de nuestra querida España y Europa cristiana, quienes después del bestial y salvaje cautiverio argelino -gracias a Juan, procurador general, y a Antón, redentor general, ilustres hermanos de la Santa Trinidad- pisaron de nuevo la costa de Levante al norte de Alicante de su «dulce España y patria querida», y echaron al aire sus sentimientos «a vista de tierra de España» así:

«otro día vieron delante de sí la deseada y amada patria; renovóse la alegría en sus corazones, alborotáronse sus espíritus con el nuevo contento que es uno de los mayores que en esta vida se pueden tener, llegar después de luengo cautiverio salvo y sano a su patria» (M. de Cervantes Saavedra, El amante liberal). ¡Enhorabuena!

Laus in Excelsis Deo

Krzysztof Sliwa

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *