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Nunca será igual

Dr. Jorge Alberto Rincón Acebo. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

-Deja de atormentar, es mentira. Estoy hastiado que me digan ‘no hagas eso’.

Ya en Dinamarca, desde ayer desobedecen a la OMS y sus políticas despobladoras. Se levantan las restricciones ¡porque la economía ya no aguanta estar encerrados!

A propósito: ¡fíame!

–¿Cómo vas a pensar? No seré tu menso: tan descuidado eres, te morirás y quedas debiendo. ¿Acaso no sabes que desde hace más de 14 años, las deudas de casa a 30 años no se saldan cuando mueren?

La vida cambió. Las aseguradoras siempre cuestionan los pagos. No todas las enfermedades y operaciones están contempladas.

Recuerda cuando permitiste que movieran el coche impactado con tu vehículo estacionado al salir en sentido contrario, bolo, a alta velocidad, lo proyectó contra tu vehículo. Tu seguro se anuló, perdiste vehículo y el conocido se enemistó para siempre, él no te pagó nada y aún dice que no eres fraterno. Lo mismo sucede con los seguros de salud y Covid. ¡Todo cambió!

Deberás valorar si es útil pagar un seguro que no te protege.

Nunca los seguros te protegen de todo lo prometido.

Continúa diciendo:

-A nadie le pueden vetar porque no se vacune, menos se cuide.

–No es así, de no hacerlo te comportas instintivamente, como quien enalteció en redes acudir a un antro con Covid. ¡Cuídate!

-¡Me vale!

No es así. Se deberá acostumbrar a la nueva normalidad. El cambio no es inminente: ¡ya acaeció! Acepta la realidad.

Prevenir y mantener el autocuidado, hace la diferencia entre morir, sobrevivir o poseer secuelas.

Antes lo ignorabas: siempre transportas, padeces o contagias enfermedades.

Persistentemente se evade tomar conciencia.

Cada acto realizado posee causa y efecto.

Si gastas lo que careces, perderás lo que posees.

Si no deseas asearte de manera continua, malgastarás tu salud.

Se tiende al desorden. Es tedioso ser ordenado, en consecuencia tiendes a enfermarte, deteriorarte. Es normal que el organismo fallezca; pero no es normal que antes de culminar tu ciclo de vida, padezcas a consecuencia de omisiones o excesos.

Parece aburrida la repetición, pero recuerda: a diario tus células son sustituidas; en consecuencia, quien eras hace cinco años, ya no lo eres hoy.

¡Hay que existir cada día!

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