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Exhorto a alcaldes que desdeña la Auditoría Superior del Estado 

Por más exhortos que las autoridades de Hacienda y del Congreso del Estado le hagan a los alcaldes y alcaldesas de Chiapas para que hagan buen uso de los recursos, que actúen con transparencia, que eviten la corrupción y que cumplan con las entregas de la Cuenta Pública cada mes, éstas no funcionarán a cabalidad porque existen algunos con mucha “experiencia” para sacarle la vuelta a la ley.

En realidad, no es que sean muy inteligentes, sino que han aprendido a negociar sus irresponsabilidades con la Auditoría Superior de Chiapas (ASE) que encabeza Uriel Estrada Martínez, un sujeto que aprendió muy rápido a hacer negocios con los ediles para no llevarlos al paredón de fusilamiento.

Ahí están dos casos muy sonados que, aunque se quieran ocultar, brillan con luz propia: el de Simojovel, Gilberto Martínez, su compadre, y el de San Fernando, Juan Antonio Castillejos. Ambos tienen señalamientos concretos de fraudes en sus comprobaciones de las cuentas públicas, pero hasta hoy en día no hay autoridad competente que se decida a enjuiciar lo que la ASE esconde.

Lo peor del caso es que son denuncias que vienen arrastrando desde el 2018, en el caso del edil de San Fernando, quien, en su segunda gestión como alcalde, existen otras querellas de la propia ASE que sacó en su portal como para “taparle el ojo al macho”, pero que en la práctica ahí quedan, sin llamadas de atención ni mucho menos sanciones.

En esta casa editorial se han difundido los fraudes cometidos. Todo con lujo y detalles, pero el titular de la Auditoría Superior se encarga de minimizar al decir que los denunciados tienen un tiempo perentorio para comprobar, tiempo que por cierto ya rebasó lo establecido por la ley.

En alguna ocasión, ya hace muchos ayeres, dijimos que “rogamos equivocarnos y que nos tapen la boca”, pero hoy en día el tiempo nos ha dado la razón. Es decir, existe confabulación entre el auditor y los alcaldes pues nada de lo que se ha publicado, con base a la propia información que existe en el portal de la Auditoría Superior, se ha dicho que ya se subsanó o lo que es mejor, que se haya castigado o sancionado al edil infractor.

Por eso llama la atención que sea el propio presidente de la Junta de Coordinación Política, Yamil Melgar Bravo, el que haya realizado un llamado de atención para los 124 alcaldes y alcaldesas para que trabajen de forma honesta, transparente y que rindan cuentas claras cada mes sobre las acciones que se realizan en los rubros de agua, electrificación, comunicaciones, obra pública y demás servicios a los que están obligados desempeñar en beneficio de sus gobernados.

Si los representantes populares fueran disciplinados y honestos, las cuentas públicas mensuales las tendrían en tiempo y forma en la sede del Congreso, así no habría ningún inconveniente para cumplir al pie de la letra lo que establece el Plan Municipal de Desarrollo.

En realidad, las buenas intenciones del diputado federal serán en vano si no se vigila el accionar del auditor estatal, pues, aunque los encargados de las finanzas cumplan, si en los reportes se presentan irregularidades y se dejan pasar, la situación empeora. Lo delicado del caso es que ahora no sólo podría señalársele a Estrada Martínez de omisión y otros delitos, sino que el Congreso del estado podría formar parte de este embrollo si no ponen sus “barbas a remojar” y exigir que cumplan todas las partes involucradas.

La voz de alerta ya fue emitida y, por lo tanto, tienen el tiempo suficiente para enviar su concentrado total correspondiente a la Cuenta Pública el próximo 30 de abril del ejercicio presupuestal del año que acaba de terminar.

El exhorto de Yamil Melgar no habría que dejarlo de lado y los alcaldes y alcaldesas deben priorizar la responsabilidad de trabajar con honestidad, evitar dejar deudas financieras y jurídicas, pues éstas son una carga que se va acumulando para los que tomen la estafeta en el 2024.

Dudamos que el exhorto llegue a los presidentes que si en algo se caracterizan es que hacen “oídos sordos” a las recomendaciones, pue al saber que tienen a un cómplice en la Auditoría Superior del Estado”, hacen lo que les viene en gana. Bueno, aclaramos, no todos cojean del mismo pie.

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