Golpeteo a derechos de trabajadores del Ayuntamiento de Tuxtla
A cinco meses de dejar el poder, en el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez empiezan a salir los actos deleznables en los que ha incurrido la administración de Carlos Morales Vázquez, lo que significa que el poder que tanto pregonaba para controlar la información hoy pende de un hilo, sobre todo cuando su alfil Aquiles Espinosa García fue derrotado al negársele la candidatura a la presidencia municipal de la capital chiapaneca.
Dos hechos toman relevancia porque se descubren las malas y tramposas maniobras que seguramente le restarán votos al partido Morena, camino a la elección del próximo 2 de junio y donde el partido, con Ángel Torres Culebro al frente, deberá evitar que los golpes bajos a los que está acostumbrado propiciar el alcalde de Tuxtla, concreten una derrota para el partido guinda.
Por lo menos en este momento es el mensaje que manda el presidente municipal, quien está que no lo calienta ni el sol, por la afrenta recibida al quedar desamparado para controlar la próxima administración local, es decir, no podrá meter las manos, aunque ello no signifique que el propio partido se meta un autogol responsabilizándolo de los quebrantos y malas jugadas que haya cometido.
En una primera aberración está el despido injustificado del que fueron objeto trabajadores de la tercera edad. Son hombres mayores de 70 años que no pasaron un diciembre feliz, pues el alcalde Morales Vázquez avaló que fueran echados a la calle, sin pagarles dicho mes y, en consecuencia, ni el aguinaldo que les correspondía.
Impotencia y rabia por este bochornoso comportamiento del presidente municipal, a sabiendas de que son personas que dependen del sueldo que les profesaba el Ayuntamiento. Los empleados denuncian, y con justa razón, discriminación y violación a sus derechos laborales y humanos.
Fiel a su costumbre, Carlos Morales Vázquez mostró desinterés absoluto para aceptar entablar comunicación con los adultos mayores afectados, aunque tampoco tuvo la delicadeza de instruir a un subalterno a que los atendiera.
Al ser corridos como viles delincuentes, las personas mayores de edad no tienen acceso, para variar, a los medicamentos que les proporcionaban a través de la farmacia.
Lo más triste es que los septuagenarios han intentado por la vía legal, que los reinstalen en sus puestos y les paguen los sueldos caídos a los que tienen derecho. Amparo tras amparo han salido a su favor y a pesar de ello, los argumentos legaloides del equipo jurídico del edil evitan que se cumpla con lo que dictamina el juez de la causa.
“Hemos metido varias demandas en contra del actual presidente de la capital chiapaneca por discriminación laboral y despidos, y todo ha sido en vano”, es la queja generalizada de las personas ofendidas.
Además, para ripley, surge en redes sociales, por otro lado, información sobre modificaciones a los permisos que el trabajador podía gozar y que, al ser descubierta esta atrocidad, el empleado afectado denuncia injerencia del Ayuntamiento para perjudicarlos
Resulta que Cristóbal Flores López, director de Recursos Humanos, modificó, con el aval del Cabildo, lineamientos que gozaban los empleados. Antes tenían 14 días de permisos económicos, además de un día extra por su cumpleaños, pero hoy se enteran que esto no puede ser posible debido a que, si anteriormente se podía tener un día de diferencia el permiso económico con algún periodo vacacional o día festivo, el cambio se amplió hasta 15 días.
Esta acción, difundida por Agencia 55, demerita los derechos laborales de los trabajadores del Ayuntamiento, pues les impide administrar sus días de descanso y violenta un beneficio alcanzado por la burocracia municipal.
Lo que es cierto es que, en cada acción del Cabildo, se ha demostrado que sus integrantes sólo sirven a los intereses del alcalde Carlos Morales Vázquez. Son, en realidad, un grupo de hombres y mujeres que sólo asisten a las sesiones a levantar el dedo para aprobar lo que les han instruido la Secretaría General, cuya responsable, obedece ciegamente lo que le dicta el tristemente mal recordado presidente municipal.
Estamos de acuerdo que la base trabajadora del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, no merece ser castigada con este tipo de acciones atroces que ordenan dizque servidores públicos.
