Ainer González / Diario de Chiapas
En México, —se estima que— sólo el 46 por ciento de las personas acude con el médico cuando se presentan los primeros síntomas de una enfermedad, mientras que el 32 por ciento recurren a la automedicación y remedios caseros, esto debido al desconocimiento que existe sobre los riesgos del mal uso de medicamentos y productos naturales, llegando a ser nocivos para la salud.
“Los ojos no son la excepción a estas prácticas, toda vez que el 70 por ciento de la población no acude al oftalmólogo por considerarlo un servicio de alto costo o de baja prioridad, aun cuando la vista es de suma relevancia y puede existir un daño grave e irreversible por falta de atención especializada, es por esa razón que recurrir a los remedios caseros y automedicación como solución a las molestias oculares puede resultar peligroso”, afirmó el doctor José Dalma Weiszhausz, coordinador del servicio de trauma de APEC Hospital de la Ceguera.
A esto, el especialista indicó que existe una amplia lista de ingredientes o recetas que la sociedad utiliza dentro o en la zona cercana a los ojos, y que pueden ser potencialmente riesgosos para la salud, ya que aunque sean de origen natural su uso no es prudente e incluso es probable que disfracen algún síntoma importante en el diagnóstico.
Al respecto, Dalma Weiszhausz puntualizó que algunos de los remedios más utilizados para los ojos, son la manzanilla, gotas de limón y miel, chile y otros más.
“Los tratamientos médicos deben ser prescritos por un oftalmólogo y el seguimiento a su evolución es crucial, además el uso indiscriminado de ciertas gotas o ungüentos puede ocultar problemas, facilitar infecciones por bacterias resistentes e inclusive afectar severamente la visión como en el caso de cortisona que puede causar catarata o glaucoma si no se utiliza de forma apropiada”, agregó el especialista.
Por ello, destacó que los ojos son órganos sorprendentes y resistentes para su tamaño, no obstante, son delicados y requieren cuidados como cualquier otro órgano. Por ello, ante cualquier anomalía ocular es fundamental acudir con el oftalmólogo.
