Jeny Pascacio / Diario de Chiapas
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó la resolución “Protección de las personas haitianas en movilidad humana: Solidaridad interamericana”, para orientar a los Estados de la región a garantizar los derechos de refugiadas, desplazadas, apátridas y víctimas de trata de personas.
En cumplimiento de las obligaciones internacionales de asistencia humanitaria, protección, cooperación y solidaridad internacional, en el documento la CIDH recordó diversos tratados, instrumentos y convenciones internacionales e interamericanas.
“Destacando su obligación de proporcionar protección, asistencia humanitaria, y soluciones con perspectiva de género, tratamiento diferenciado y enfoque interseccional, considerando la vulnerabilidad que enfrentan las personas haitianas”.
Informó sobre la crisis humanitaria y el contexto de violencia que afectan la vida de millones de personas haitianas; y los desafíos sobre seguridad ciudadana, inestabilidad económica, corrupción y crisis de gobernabilidad que se viven en el país.
“Cabe destacar que quienes enfrentan mayores riesgos de violencia y vulnerabilidad, como la trata y la explotación sexual y laboral, son las mujeres, adolescentes, niñas y niños”.
La crisis de derechos humanos de Haití que se profundizó con la pandemia COVID-19, y con el terremoto del 14 de agosto de 2021, intensificó y reactivó los flujos migratorios internacionales hacia otros países de la región, aumentando exponencialmente los cruces de frontera y las solicitudes de asilo.
En los casos de retorno, expulsión o deportación, la Comisión advirtió que el Estado haitiano enfrenta desafíos para garantizar mecanismos de inclusión social de las personas retornadas, e incluso, para proteger su vida e integridad.
En la resolución, la CIDH formula una serie de recomendaciones a los Estados miembros de la OEA, incluyendo temas como la solidaridad y cooperación internacional; transparencia y sostenibilidad; mecanismos de protección, ingreso, tránsito y salida de territorios; seguridad humana en fronteras; lucha contra la xenofobia, discriminación y derecho a la información.
“La solidaridad internacional es clave para la aplicación de la universalidad y la primacía de los derechos humanos en contextos como el de Haití — que demandan la acción coordinada— ante escenarios de crisis estructurales que afectan los derechos humanos de las personas haitianas”.